La Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de EE. UU. ha aprobado en los últimos dos años dos tratamientos con anticuerpos monoclonales para ralentizar la enfermedad de Alzheimer: lecanemab (Leqembi) y donanemab (Kisunla).
Estos medicamentos se cree que ayudan a combatir el Alzheimer al reducir los niveles de placas tóxicas de proteína amiloide en el cerebro. Sin embargo, una investigación reciente de la Universidad de Cincinnati sugiere que estos tratamientos pueden tener otro efecto neurológico importante.
El estudio reveló que Leqembi y Kisunla aumentan los niveles de una forma saludable de la proteína beta amiloide (Aβ42) en el cerebro, incluso mientras disminuyen las formas tóxicas de la proteína amiloide que forman placas.
El Dr. Alberto Espay, autor principal del estudio y profesor de neurología en Cincinnati, explicó: "Si el problema en el Alzheimer es la pérdida de la proteína normal, entonces aumentar sus niveles debería ser beneficioso, y nuestro estudio demuestra que efectivamente lo es".
Aβ42 es una proteína compleja compuesta por 42 aminoácidos. En su forma natural, Aβ42 es soluble y esencial para la salud de las células cerebrales. Sin embargo, cuando se agrupa, forma las placas amiloides asociadas con la enfermedad de Alzheimer.
Espay y su equipo teorizan que la pérdida de Aβ42 soluble podría ser la causa subyacente del Alzheimer, en lugar de la acumulación de placas. Factores estresantes como inflamación o infección pueden hacer que el amiloide se agrupe en lugar de permanecer en su forma soluble.
"La mayoría de nosotros acumularemos placas amiloides a medida que envejecemos, pero solo unos pocos desarrollarán demencia", señaló Espay. "Creemos que las placas amiloides no causan Alzheimer por sí solas; en cambio, un exceso de estas placas puede hacer que el cerebro no produzca suficiente Aβ42 soluble, llevando a síntomas de demencia".
El estudio analizó datos de casi 26,000 pacientes que participaron en 24 ensayos clínicos sobre estos tratamientos. Los resultados mostraron que el uso de Leqembi o Kisunla, así como del anteriormente aprobado Aduhelm, se asociaba con un aumento en los niveles de Aβ42 soluble en el cerebro y una desaceleración en la progresión del Alzheimer.
Espay comentó: "Los tratamientos contra el amiloide no solo reducen las placas, sino que también elevan los niveles de Aβ42. Este efecto adicional podría estar contribuyendo a los beneficios observados".
No obstante, Espay advirtió que los tratamientos con anticuerpos monoclonales podrían estar aumentando los niveles de Aβ42 de manera ineficiente y potencialmente insegura a largo plazo. Expresó preocupación por la posibilidad de que la eliminación continua de placas amiloides pudiera resultar tóxica.
El equipo de Espay está explorando terapias alternativas que se enfoquen en aumentar los niveles de Aβ42 soluble sin eliminar las placas amiloides, con la esperanza de ofrecer tratamientos más seguros y efectivos para el Alzheimer.