¿De qué está hecho realmente el queso amarillo?

Si alguna vez has disfrutado de una hamburguesa o un sándwich con una rebanada de queso amarillo, es probable que hayas apreciado su textura cremosa y su sabor suave y ligeramente salado. Sin embargo, pocos se cuestionan de qué está hecho este popular queso, que se ha convertido en un elemento básico en las cocinas de todo el mundo.

Aunque su sabor y textura son ampliamente conocidos, la composición del queso amarillo puede ser un enigma para muchos consumidores. Hoy exploramos qué hay realmente en este queso y si es tan natural como parece.

**Los ingredientes del queso amarillo**

El queso amarillo, también conocido como queso americano, es famoso por su capacidad para fundirse uniformemente, lo que lo hace ideal para hamburguesas, sándwiches y nachos. Pero, ¿qué contiene exactamente cada rebanada? A diferencia de los quesos tradicionales, su fabricación implica una mezcla de diversos ingredientes, algunos de los cuales pueden sorprenderte.

En su forma más básica, el queso amarillo está hecho de una combinación de quesos naturales, leche entera pasteurizada de vaca, sal yodada, enzimas y cultivos lácticos. Además, se añaden otros componentes como agua, grasa butírica, proteína de leche, sólidos lácteos, leche desnatada en polvo, citrato de sodio, dextrosa, ácido cítrico, fosfato de sodio, colorantes alimentarios (como el naranja 5 y 6) y lecitina de soja. Estos ingredientes contribuyen a su color característico, su textura cremosa y su sabor suave.

**¿Qué significa que sea queso procesado?**

No todos los quesos amarillos son iguales. Algunos se clasifican como "quesos procesados", que contienen una serie de aditivos como sales, almidones y grasas vegetales que no están presentes en los quesos naturales. Estos aditivos permiten que el queso procesado tenga una vida útil más larga y una textura más uniforme, aunque también alteran su perfil nutricional en comparación con los quesos tradicionales.

Un dato interesante es que, a diferencia de los quesos naturales, el queso amarillo procesado no contiene grasa butírica, una sustancia natural de la leche que contribuye al sabor y la calidad del queso tradicional. Esta ausencia puede afectar el sabor final y la percepción de "naturalidad" que muchos consumidores buscan.

La inclusión de ingredientes como fosfato de sodio, citrato de sodio y colorantes artificiales en el queso amarillo ha generado inquietudes entre quienes prefieren opciones más naturales. Aunque estos ingredientes están aprobados para el consumo, su principal función es mejorar la textura, prolongar la vida útil del producto y mantener su atractivo visual.

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