Un estudio reciente revela que el acceso generalizado y fácil a las armas de fuego es la principal causa detrás de la alta tasa de muertes por armas de fuego en Estados Unidos, en lugar de un aumento en los problemas de salud mental entre los perpetradores.
A pesar de que Estados Unidos enfrenta una carga de trastornos de salud mental similar a la de otros 40 países con poblaciones comparables, la tasa de muertes por armas de fuego en EE. UU. es 20 veces mayor que en esos otros países, según los resultados del estudio publicados en una edición reciente de la revista *PLOS One*.
"Nuestros problemas de salud mental son comparables a los de otros países, pero nuestra tasa de mortalidad por armas de fuego es significativamente más alta y sigue en aumento", explicó el Dr. Archie Bleyer, investigador principal y profesor de investigación clínica en la Universidad de Salud y Ciencias de Oregón. "En la mayoría de los países, las muertes por armas de fuego están disminuyendo".
El Dr. Bleyer señaló que muchas personas creen erróneamente que los trastornos de salud mental son la causa principal de la alta mortalidad por armas de fuego en EE. UU. Sin embargo, los hallazgos recientes sugieren que la disponibilidad de armas de fuego es el factor determinante en esta epidemia de muertes.
En el estudio, los investigadores compararon datos de EE. UU. con los de otros 40 países con características demográficas similares entre 2000 y 2019, utilizando información del Instituto de Métricas y Evaluación de la Salud. Analizaron específicamente las tasas de muertes por armas de fuego y la carga de problemas de salud mental en esos países.
Desde 2000, la tasa de muertes por armas de fuego en EE. UU. ha aumentado un 23% en general, con un aumento del 18% en los suicidios con armas de fuego y del 39% en los homicidios. En contraste, en los otros 40 países combinados, las muertes por armas de fuego se redujeron en un 27% durante el mismo período, a pesar de que estos países también enfrentaban tasas similares o más altas de trastornos de salud mental.
"En todos los demás países, las muertes por armas de fuego disminuyeron, a pesar de tener una carga similar de trastornos de salud mental", destacó Bleyer en un comunicado de prensa de la universidad.
El estudio también revela que Estados Unidos representa solo el 4% de la población mundial pero posee casi el 25% de las armas de fuego del planeta. "Las muertes por armas de fuego son una crisis de salud pública en EE. UU.", afirmó Bleyer. "La prevalencia de trastornos de salud mental no justifica la alta tasa de mortalidad por armas de fuego. La diferencia radica en cómo el fácil acceso a armas de fuego exacerba estos problemas de salud mental y lleva a resultados fatales".
Bleyer enfatizó que su estudio no pretende minimizar la crisis de salud mental en EE. UU. "Nuestros problemas de salud mental son significativos, y ciertamente enfrentamos una falta de proveedores, instalaciones y tratamientos adecuados. El problema radica en que la facilidad para acceder a armas de fuego lleva estos problemas al extremo, resultando en una alta tasa de muertes".