"La impactante popularidad de los tatuajes".
En la actualidad, ¿Cómo consideras que es visto el tatuaje en la actualidad?
"Pues en los seis años que tengo como tatuador profesional, considero que se está abriendo mucho la apertura para que más personas se animen a modificar su piel.
En mi estudio atiendo de todo tipo de personas, y es donde te das cuenta del crecimiento que se ha tenido hacia este arte.
Se ha vuelto más significativo y especial; las personas que atiendo en su mayoría buscan un tatuaje porque representa algo muy especial para ellos, como recordar a un ser querido o una experiencia vivida, entre muchas otras cosas. También están quienes solo se colocan un tatuaje por gusto, para mostrar el arte que existe detrás de una de estas modificaciones. Ya no es como antes, hace 10 o 20 años, cuando la gente los veía mal. Hoy en día es raro encontrar a alguien que no tenga un tatuaje. Inclusive, hay quienes se quedan mirando para ver si pueden observar algún dibujo. Considero que ha cambiado la mentalidad de las personas hacia este arte y cultura, ya que se le puede considerar de estas dos maneras. También han surgido nuevos estudios dedicados a esto, pero es un tema complejo, ya que se tiene que seguir su debido proceso y saber trabajar. Una vez que se plasma, ya no hay vuelta atrás; la tinta entra en la piel y ya no se puede realizar modificaciones. Por eso es recomendable acudir con profesionales".
Al acudir clientes a tu estudio, ¿qué es lo primero que se les indica?
"Pues primeramente, ya saben que un tatuaje es para toda la vida; ya no se quita.
Todos ya tienen esa idea y están conscientes de eso, por lo que no hay ningún inconveniente en ese aspecto. Pero sí les digo que, al colocar la prueba, la revisen bien para que se puedan realizar las modificaciones en ese momento; después no se puede cambiar.
En lo referente a la edad para colocarse un tatuaje, considero que desde la juventud se puede iniciar. He tatuado a menores de edad acompañados de sus padres y hago que firmen una carta responsiva.
Ese es otro tema en el que se tiene que enfocar un tatuador: el aspecto legal y el de la higiene y salud. Yo antes de tatuar les muestro las agujas a utilizar; todas son nuevas y desechables. La que se usa se tira. Esta actividad es rentable y se puede vivir bien de ella.
Los precios varían dependiendo de la zona geográfica; en la frontera suele ser más económico que en el sur. El costo dependerá de la zona del cuerpo y del tamaño del tatuaje, ya que entre más grande, se requiere de más tinta".
¿Conoces de personas que ante los tiempos actuales siguen siendo discriminados por los tatuajes?
"Sí, tengo casos de ese tipo. Uno de ellos es que llega un cliente y me dice: “Oye, en cierto estudio no me quisieron hacer este tatuaje, pero no me dijeron el porqué.”
Me pongo a pensar que puede ser por el tono de piel. Yo no soy discriminatorio y atiendo a todos quienes me buscan, pero se les explica que el tono de piel no favorece a lo que se busca y que detrás de esa imagen existe un filtro. Pero lo puedo hacer, aunque no se verá igual que en la imagen. Por otra parte, en las empresas grandes y de prestigio a nivel mundial, ya aceptan a personas trabajando en ciertas áreas con tatuajes. se podía realizar hasta hace unos cuantos años pero ha existido en el sector laboral más apertura y yo he tatuado a personas que laboran en áreas importantes. A pesar de la evolución en la percepción de los tatuajes, es evidente que siguen existiendo prejuicios y barreras para quienes eligen este arte corporal.
La entrevista con Alberto Padilla refleja cómo, a pesar del avance y aceptación general, aún persisten retos relacionados con la discriminación y el estigma asociado a los tatuajes.
Sin embargo, la creciente apertura y profesionalización en el sector indican un camino hacia una mayor inclusión y entendimiento en la sociedad actual.