Esequiel Aguilera es la viva imagen de aquel dicho: "cuando te toca, aunque te quites; y cuando no te toca, aunque te pongas".
Sí, así como lo lee. Mi amigo, el periodista Esequiel Aguilera Rodríguez, tiene dos fechas de nacimiento: el 13 de mayo de 1964 y, curiosamente, el 9 de septiembre de 2007.
Pero, ¿cómo es esto posible?
Hace 17 años, "Cheque", como todos lo conocen, fue testigo y sobreviviente de la trágica explosión en Celemania, Nadadores, donde murieron decenas de personas, entre ellas mis compañeros Carlos Ballesteros Villarreal, Andrés Ramírez Reyes y David Herrera García.
Gracias a las fotografías tomadas por David Herrera antes de la fatal explosión —imágenes que revelaron cómo fue todo antes del estallido de la pipa con nitrato de amonio— sabemos que Aguilera Rodríguez estaba entre la multitud.
"No recuerdo lo que pasó. Desperté en el monte, sangrando de la frente, la nariz y los oídos; con la camisa y el pantalón rasgados, desorientado", me narró el buen "Cheque".
La explosión, según recuerda, probablemente lo lanzó por los aires, pero contra todo pronóstico, sobrevivió, a pesar de estar en el lugar y la hora equivocados.
Esequiel Aguilera es la viva imagen de aquel dicho: "cuando te toca, aunque te quites; y cuando no te toca, aunque te pongas".
Afortunadamente, fue de las pocas personas que vivieron para contar la historia. Aunque quedó con secuelas irreversibles en su sentido del oído y, hasta la fecha, necesita un dispositivo para escuchar bien, fue grato poder saludarlo nuevamente.