El evento comenzó puntualmente a las 19 horas en el Teatro Degollado, uno de los espacios más emblemáticos de la capital jalisciense. Michelle Rodríguez y Kike Vázquez se encargaron de añadir un toque de humor a la conducción de la ceremonia.
María Centeno abrió la gala con un número musical interpretando “Bésame Mucho”, dando inicio a la celebración que destaca lo mejor del cine mexicano.
El primer premio de la noche fue otorgado a la joven Naíma Seníes como Mejor Revelación por su papel en la película *Tótem*. Al recibir su galardón, no pudo contener las lágrimas de emoción.
“Muchas gracias. Quiero dedicar este premio a tres personas: a mi abuelito que me ve desde el cielo, a mi madre que tanto quiero, y a mi abuelo. Muchas gracias”, expresó conmovida.
Tatiana Hueso, directora de *El Eco*, que ganó tres premios, subió al escenario para hablar en nombre de las voces que han permanecido silenciadas por años.
“Esta película me permite percibir la luz que hay en el mundo de los campesinos en México. Ellos seguirán siendo un obstáculo ante el saqueo de su territorio; siguen floreciendo”, comentó en un discurso que fue interrumpido por extenderse demasiado.
La primera homenajeada de la noche con el Ariel de Oro fue Brigitte Bronch, directora de arte. “Buenas noches. Estoy profundamente agradecida por este reconocimiento. Gracias a México y a la academia. Es un premio que me otorgan mis colegas. El cine me enseñó México y México me enseñó a hacer cine”, dijo emocionada.
Armando Casas, director de la Academia Mexicana de Cine, agradeció al Gobierno de Enrique Alfaro por albergar el evento en un lugar tan significativo y criticó a las autoridades federales por los recortes a la industria cinematográfica.
“Agradecemos al Gobierno de Jalisco por recibirnos en este emblemático recinto; gracias por acoger esta ceremonia por segundo año. Este año celebramos el creciente talento femenino en el cine mexicano. Tres de las ganadoras del Ariel de Oro son mujeres”, destacó.
“El cine es fundamental para cualquier nación; la industria nacional ha experimentado un notable crecimiento. Es crucial que la política pública apoye la cultura y el acceso a ella. El cine debe ser visto como una inversión, no un gasto. La ley federal de cinematografía necesita una actualización urgente para seguir creciendo, y requiere del apoyo de todos”, agregó.
Durante el discurso de los ganadores de Mejor Efectos Visuales, se lamentó la ausencia de uno de sus compañeros, lo que provocó un momento de silencio en el auditorio.
Arcelia Ramírez entregó el Ariel de Oro a la familia de la cineasta Busi Cortés (QEPD), representada por su hija Alina Abusurrutia. La ceremonia continuó con CKovi, quien ofreció el segundo número musical de la noche.
Diego Luna también estuvo presente a través de un video, enviando un mensaje especial sobre la importancia de estos eventos.
“En esta academia cabemos todos, todas y todes. Nuestra diversidad nos fortalece; este es un momento para transformar y fortalecer nuestra comunidad. Un reconocimiento especial a quienes hicieron posible esta ceremonia en este recinto tan especial de Guadalajara”, comentó.
El momento más esperado de la noche llegó cuando Angélica Vale entregó el Ariel de Oro por trayectoria como actriz a su madre, Angélica María.
“Es un honor presentarles a una mujer a quien amo profundamente y admiro por muchas razones. Es un verdadero ícono de la cultura mexicana. Su amor y dedicación al cine, teatro y música la han hecho conquistar a todos… estoy hablando de mi madre, la novia de México, Angélica María”, dijo Vale, mientras el público se puso de pie en ovación.