Portugal, tras su victoria inicial contra Croacia (2-1) en el debut del Grupo 1 de la Liga A de la Nations League, tuvo que esforzarse más de lo previsto para vencer a Escocia (2-1) en su segundo partido. La remontada fue posible gracias a Cristiano Ronaldo, quien, a los 39 años, demostró su eterna capacidad de decidir partidos al marcar el gol de la victoria en el minuto 88.
Roberto Martínez intentó hacer rotaciones en el equipo, dando descanso a Cristiano Ronaldo y realizando otros cambios, pero estos ajustes no dieron los resultados esperados al principio. Sustituyó a Cristiano, Vitinha (lesionado), Inácio y Dalot por António Silva, Nélson Semedo, Palhinha y Jota, pero la selección lusa comenzó con dificultades.
Escocia se adelantó rápidamente en el minuto 7 con un gol de Scott McTominay, quien cabeceó un centro de McLean aprovechando un descuido de Rúben Dias. McTominay ha mostrado una gran efectividad goleadora con la camiseta escocesa, anotando 10 goles en sus últimas 17 apariciones internacionales.
Rafa Leão intentó liderar al equipo en la ausencia de Cristiano. El extremo del Milan creó varias ocasiones, incluyendo un disparo que fue salvado por el portero Gunn y un potente tiro desde fuera del área que se fue rozando el poste. Además, Leão puso dos centros que Diogo Jota y António Silva remataron alto, y Jota obligó a Gunn a realizar una gran intervención en el minuto 30, mientras que Nuno Mendes también estuvo cerca del gol en el minuto 37.
Portugal carecía de puntería, por lo que Roberto Martínez decidió incluir a Cristiano Ronaldo y Rúben Neves en el segundo tiempo, dejando a Palhinha y Pedro Neto en el vestuario. Esta decisión tuvo un impacto positivo: Bruno Fernandes empató el partido en el minuto 54 con un tiro que, tras rozar en McLean, sorprendió al portero Gunn.
La entrada de Joao Félix en el minuto 68 revitalizó el ataque portugués. Félix recibió un pase de tacón de Ronaldo y aunque su remate fue bloqueado por Gunn, siguió buscando el gol. En el minuto 82, su cabezazo fue desviado por una gran parada de Gunn, y Cristiano Ronaldo estrelló el rebote en el poste. En la jugada siguiente, Ronaldo también reclamó un posible gol fantasma cuando su cabezazo, tras un centro de Bruno Fernandes, golpeó el poste sin llegar a entrar.