En los últimos años, se ha observado un cambio notable en el comportamiento de los adolescentes estadounidenses respecto al uso de cigarrillos electrónicos. Desde su punto máximo en 2019, cuando cinco millones de estudiantes de secundaria y preparatoria reportaron su uso, la tendencia ha mostrado una disminución significativa.
Los datos más recientes de la Encuesta Nacional de Tabaquismo Juvenil, publicada por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) y la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA), indican que el número de jóvenes que utilizan cigarrillos electrónicos ha descendido de manera considerable, alcanzando su nivel más bajo desde entonces.
Según los resultados de la encuesta, dados a conocer el 5 de septiembre, el número de estudiantes de secundaria y preparatoria que usan cigarrillos electrónicos cayó de 2.13 millones en 2023 a 1.63 millones en 2024, lo que representa una disminución de 500,000 usuarios.
La mayor disminución se ha registrado entre los estudiantes de secundaria, donde el uso de estos dispositivos pasó de 1.56 millones a 1.21 millones.
Brian King, director del Centro de Productos de Tabaco de la FDA, ha calificado esta disminución como una "victoria monumental para la salud pública". Sin embargo, las autoridades sanitarias destacan que aún queda trabajo por hacer, ya que más de 1.6 millones de jóvenes siguen utilizando cigarrillos electrónicos, con un 42% de los usuarios de secundaria reportando un uso frecuente o diario.
Un aspecto importante del informe es la persistencia del atractivo de los productos con sabor entre los jóvenes. Según los datos, el 87.6% de los usuarios actuales de cigarrillos electrónicos prefieren opciones saborizadas, siendo los sabores de frutas los más populares (62.8%), seguidos por los sabores dulces (33.3%) y menta (25.1%).
Para abordar este problema, algunos estados como Massachusetts, Nueva Jersey, Nueva York, Rhode Island y California han implementado prohibiciones sobre los sabores en los cigarrillos electrónicos. Yolonda Richardson, presidenta de la organización Campaña para Niños Libres de Tabaco, considera que aunque la reducción en el uso de vapeadores es una señal alentadora, aún queda mucho por hacer para combatir la adicción de los jóvenes a los productos con alto contenido de nicotina.
El informe también señala cómo las recientes acciones de la FDA han afectado el mercado de cigarrillos electrónicos. Uno de los cambios más destacados es la disminución en el uso de la marca Elf Bar, que cayó del 56.7% en 2023 a poco más del 36% en 2024. Este descenso se ha producido tras más de 1,000 cartas de advertencia y 240 multas impuestas a minoristas y proveedores, además de la inclusión de la marca en la "lista roja" de importaciones de la FDA.
Aunque el uso de cigarrillos electrónicos ha disminuido, el estudio también revela un ligero aumento en el uso de bolsas de nicotina, un producto relativamente nuevo que se coloca debajo de la lengua. El uso de estas bolsas ha subido del 1.5% de los estudiantes en 2023 al 1.8% en 2024.