A principios de 2024, un artículo resaltó la creciente amenaza que representa el virus Oropouche para la salud global. Aunque su nombre puede no ser familiar para muchos, el virus no es un descubrimiento reciente; se identificó por primera vez en 1955 en Vega de Oropouche, Trinidad y Tobago, y desde entonces se han registrado cerca de 500,000 casos.
Hasta la fecha, el virus ha causado más de 8,000 infecciones en países como Brasil, Bolivia, Colombia, Perú y Cuba. La preocupación ha aumentado con la confirmación de las primeras muertes humanas atribuibles al virus y la detección de casos en Estados Unidos, Italia, España y Alemania.
**Síntomas del virus Oropouche:**
El virus Oropouche pertenece al grupo de arbovirus, similar al dengue, zika y chikungunya, y se transmite a través de la picadura de ciertos insectos. El principal vector es el jején (Culicoides paraensis), aunque también se ha aislado del mosquito Culex quinquefasciatus y el Ochlerotatus serratus.
El ciclo de vida del Oropouche le permite infectar a diversas especies en la naturaleza, incluyendo primates no humanos, aves y perezosos, de donde proviene el nombre común "fiebre del perezoso". Los síntomas comunes incluyen fiebre alta (alrededor de 39°C), dolor de cabeza, dolor ocular, muscular y articular, náuseas, vómito y erupciones cutáneas. En algunos casos, pueden ocurrir complicaciones como sangrado leve, encefalitis (inflamación del cerebro) y meningitis (inflamación de las membranas del cerebro).
Al igual que el virus del zika, el Oropouche podría estar asociado con abortos espontáneos y microcefalia, aunque se necesitan más estudios para confirmar esta relación.
**Diagnóstico y tratamiento:**
El diagnóstico de la fiebre del perezoso se realiza mediante pruebas moleculares adaptadas al virus, similares a las utilizadas para la covid-19. No existe un tratamiento específico ni una vacuna para el virus, aunque se han probado varios antivirales. La Organización Panamericana de la Salud recomienda reposo, analgésicos y buena hidratación. Varias candidatas a vacuna han mostrado ser seguras en ensayos con animales.
La prevención se basa en evitar las picaduras del jején mediante el uso de mosquiteros y repelentes, aunque estos métodos tienen limitaciones debido al tamaño del insecto y su resistencia a los repelentes. El insecticida químico deltametrina se utiliza como una medida de control adicional.
**Contexto de preocupación global:**
El brote de fiebre del perezoso se suma a una serie de emergencias de salud global, incluyendo la reciente declaración de la mpox como emergencia sanitaria internacional por la OMS, un brote de la enfermedad del legionario en Italia con varias muertes, y un caso de encefalitis equina en EE.UU.
La sensación de creciente peligro global puede atribuirse a tres factores principales: el aumento en el número de casos, una mejor detección de enfermedades, y un mayor nivel de comunicación sobre brotes. El ciclo de vida de los insectos transmisores está vinculado al cambio climático, que afecta su distribución y abundancia. La urbanización y el aumento de la población en áreas urbanas también facilitan la transmisión de enfermedades. Además, las alteraciones en el medio ambiente, como inundaciones, sequías e incendios, pueden influir en la emergencia de nuevas cepas virales.
Finalmente, la mejora en las herramientas de detección, como los estudios genómicos, ha permitido una identificación más precisa y rápida de patógenos y sus variantes, mejorando la respuesta y monitoreo de brotes.