Un estudio reciente ha revelado que las gotas nasales de agua salada pueden reducir la duración de un resfriado en los niños en dos días. Según el Dr. Steve Cunningham, profesor de medicina respiratoria pediátrica en la Universidad de Edimburgo, los niños que utilizaron estas gotas experimentaron síntomas de resfriado durante un promedio de seis días, mientras que aquellos que recibieron el tratamiento habitual los sufrieron durante ocho días.
Además, los niños tratados con agua salada necesitaron menos medicamentos durante su enfermedad. Cunningham destacó el impacto significativo de los resfriados en los niños y sus familias, ya que los pequeños suelen padecer entre 10 y 12 resfriados al año.
El estudio incluyó a más de 400 niños menores de seis años, quienes fueron asignados al azar para recibir gotas nasales de agua salada o cuidados convencionales. Las soluciones salinas, que se utilizan comúnmente en el sur de Asia para tratar resfriados, fueron preparadas en casa con sal marina y administradas por los padres tres veces por fosa nasal, al menos cuatro veces al día.
Los resultados mostraron que los resfriados se propagaron menos a otros miembros de la familia en los casos donde se usaron gotas de agua salada, con un 46% de familias afectadas en comparación con un 61% en los grupos con tratamiento convencional. Además, alrededor del 82% de los padres reportaron que las gotas ayudaron a sus hijos a recuperarse más rápidamente, y un 81% planea continuar usándolas en el futuro.
Cunningham explicó que la sal puede ayudar a las células nasales a producir más ácido hipocloroso, una sustancia que combate el virus del resfriado. Estos hallazgos serán presentados en la reunión anual de la Sociedad Respiratoria Europea en Viena.
Alexander Moeller, jefe de la Asamblea Pediátrica de la ERS, elogió el estudio y destacó que, aunque los resfriados rara vez son graves, esta intervención económica y sencilla podría tener un impacto significativo en la salud global. El equipo de investigación también está explorando el efecto de las gotas salinas en las sibilancias durante los resfriados. Los resultados iniciales sugieren que los niños tratados con agua salada tuvieron menos episodios de sibilancias.
Estos resultados deben considerarse preliminares hasta su publicación en una revista revisada por pares.