Sucesos... La terminal de autobuses; reto y oportunidad

Hace algunos pocos meses afirmábamos que la carta de presentación de toda ciudad es su terminal de autobuses, y lo seguimos sosteniendo.

Alcaldes llegan y alcaldes se van y la estación de autobuses en Monclova sigue igual. Más de 40 años y el edificio de la terminal casi está idéntico al original, sin importar que sea la primera impresión para los visitantes que llegan. En realidad, no debemos decir que el inmueble está idéntico porque obviamente está muy deteriorado. Basta con una visita para apreciar las terribles condiciones en que opera.

Sabemos que la terminal de autobuses es propiedad privada, pero esto no significa que no se pueda hacer nada y que siga en el abandono. Es válido el eslogan de la campaña turística que circula “Sorpréndete con Coahuila”, pues no dudamos que el visitante que llega a Monclova se queda realmente sorprendido por el terrible descuido que impera en inmueble.

Hace algunos pocos meses afirmábamos que la carta de presentación de toda ciudad es su terminal de autobuses, y lo seguimos sosteniendo. La primera impresión que se queda en el viajero es el estado de la terminal. Qué se puede esperar con baños infectos, antihigiénicos y con olores insoportables; el minúsculo estacionamiento para 4-5 automóviles; donde comúnmente hay indigentes en las banquetas de afuera; con un edificio descolorido y cayéndose el enjarrado; mal iluminado; obviamente con un calor infernal; sin ninguna información sobre los lugares turísticos de los alrededores; ni de posibles alojamientos; y donde hay solo (a veces) uno o dos carros de sitio. En otras palabras y, en síntesis, es un deplorable descuido.

Estamos seguros de que bajo la coordinación de autoridades municipales se podrá convocar a empresarios interesados en la construcción y operación de una nueva terminal digna y moderna en la cual todo visitante que llegue se quede complacido con sus servicios y donde pueda encontrar diferentes locales de venta de comida; artesanías, dulces típicos; orientación sobre hospedaje; lugares para visitar; en fin, una atractiva y cómoda estación de autobuses.

Las escasas salidas de autobuses a Saltillo, Monterrey y a otros destinos de México han obligado a proliferar servicios de camionetas y autos privados, pero que no están regulados y en donde los pasajeros se arriesgan a viajar sin seguro médico ni de vida. Afortunadamente, no ha ocurrido algún accidente mayúsculo en este tipo de servicios, pero me temo que hasta el día que ocurra entonces se regularán sus operaciones.

Aunque con mayor seguridad, se cuenta con otros autobuses urbanos que transportan a obreros y estudiantes a las poblaciones cercanas; como San Buenaventura, Nadadores, Cuatro Ciénegas, Castaños, etc.; sin embargo, no utilizan, curiosamente, la actual terminal “central”, sino tienen sus propias instalaciones. Bien se podría realizar un convenio para unificar la salida y llegada de estos transportes urbanos.

No sería justo acusar a nuestros alcaldes de Monclova de futilidad; simplemente se ha dejado a la iniciativa privada que se haga cargo. No está mal, pero es un hecho que es tiempo de intervenir ante la apatía de empresarios, bien sea para concitar una inyección de capital fresco o para asumir el liderazgo de la obra.

¿Cómo funcionan las terminales de Saltillo, Torreón, Piedras Negras? No se requiere de mucho esfuerzo para indagar al respecto. Bien sea que estén concesionadas a particulares o bajo el mandato directo de ayuntamientos o bajo un modelo de negocios de coinversión, pero ya es tiempo de sentarse a trabajar sobre ello.

Que bien que se lleven servicios públicos de primera necesidad a las colonias; que se pavimenten más calles; que se habiliten más campos deportivos; que se modernice el centro de la ciudad; que se mejoren los parques públicos; que se atienda la seguridad y el abasto de agua; todo esto no se contrapone con la atención para tener una carta de presentación decorosa, como sería la terminal de autobuses.

Se están realizando enormes esfuerzos para atraer empresas extranjeras que ayuden a solventar la penosa situación económica de la región; muy meritoria labor, pero con mayor razón se justifica buscar el equilibrio entre el desarrollo de los servicios y el de la imagen citadina. Se aproxima un cambio de ayuntamiento; sin duda una nueva terminal de autobuses es un reto, pero también es una enorme oportunidad para ser compatible con la tarea turística estatal.

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