La Entrevista con Víctor L2

'Si yo pude salir adelante, tú también puedes'

En los rincones más oscuros de la vida, donde el desamparo y la desesperanza parecen reinar, surgen historias que iluminan el camino hacia la redención. Víctor L2, conocido como el Titino de la Miravalle, es uno de esos faros de esperanza. Su vida, marcada por una lucha feroz contra la adicción y el dolor, se ha transformado en un testimonio poderoso de cómo el cambio es posible, incluso en las circunstancias más desalentadoras. 

Desde una juventud llena de desencuentros y decisiones erradas hasta una profunda transformación impulsada por la fe y el apoyo de quienes le rodean, Víctor ha encontrado un nuevo propósito. Hoy, con el corazón abierto y la mirada firme, comparte su experiencia para inspirar a otros a buscar ayuda y abrazar la posibilidad de un nuevo comienzo. En sus palabras resuena un mensaje claro: no importa cuán rota parezca tu vida, siempre hay un camino hacia la esperanza y la sanación.

¿Qué te motivó a empezar a compartir tu testimonio de vida con la sociedad?

“Mi motivación principal para compartir mi testimonio es mostrarle a la gente que es posible cambiar, incluso cuando la vida parece completamente desmoronada. Después de años de vivir en la adicción y la desesperanza, he encontrado una nueva dirección y propósito en mi vida. Quiero demostrar que, sin importar cuán oscura sea la situación, siempre hay una salida y una oportunidad para mejorar”.

¿Cómo era tu vida antes de la rehabilitación y qué impacto tuvo la adicción en ella?

“Mi vida antes de la rehabilitación estaba llena de frustración y soledad. Desde joven, la adicción al cristal, la pastilla y la cerveza me llevaron por un camino destructivo. Esta adicción no solo me perjudicó a mí, sino también a las personas que más amaba, especialmente a mi madre y a mis hijos. Mi vida era ingobernable y dañina para todos a mi alrededor”.

Mencionaste que desde los 12 años te involucraste en el mundo de la adicción. ¿Qué factores contribuyeron a esta elección de vida a tan temprana edad?

“Desde muy joven, me sentía vacío y sin propósito. La falta de una figura paterna en mi vida generó un profundo resentimiento y desconfianza. Mi madre nunca me habló de mi padre, y esto me llevó a buscar aceptación en lugares equivocados. Me junté con personas que vivían una vida desordenada, y eso me llevó a desviarme de mis estudios y a perderme en la adicción”.

¿Qué papel desempeñó el entorno social y familiar en tu proceso de cambio?

“Mi entorno social y familiar tuvo un impacto crucial en mi proceso de cambio. La falta de apoyo y la desilusión que sentía en mi hogar me llevaron a buscar consuelo en grupos de personas que no me ayudaban. Sin embargo, al conocer a personas en el programa de Alcohólicos Anónimos y abrir mi corazón a la sociedad, encontré el respaldo y el apoyo que necesitaba para cambiar”.

¿Cómo fue tu experiencia al enfrentarte a la adicción y las consecuencias físicas de esta, como los piquetes en el abdomen?

“Esa experiencia fue uno de los momentos más críticos de mi vida. Recibí cinco piquetes en el abdomen y estuve al borde de la muerte. Fue un llamado de atención brutal que me hizo reflexionar sobre la dirección de mi vida. A partir de ese momento, me di cuenta de que necesitaba un cambio radical y empecé a buscar ayuda y a conocerme a mí mismo a un nivel más profundo".

¿Cómo descubriste la fe y qué papel ha jugado en tu proceso de recuperación?

“Descubrí la fe al mirar hacia adentro y conectar con mi propia niñez. A través de mi búsqueda de redención, conocí a Dios y descubrí que él podía ser una guía y una fuente de esperanza en mi vida. La fe ha sido fundamental en mi proceso de recuperación, ayudándome a encontrar serenidad, valor y sabiduría".

¿Qué mensaje te gustaría transmitir a los jóvenes que están pasando por situaciones similares a las que viviste?

“A los jóvenes que están pasando por situaciones similares, les diría que no duden en buscar ayuda. Existen oportunidades y caminos para salir del ciclo destructivo en el que se encuentran. Abran sus corazones y busquen apoyo en lugares como Alcohólicos Anónimos que cuenta con el número 8666312795. Recuerden que no están solos y que siempre hay esperanza".

Para finalizar, ¿qué te gustaría que la gente recordara de tu historia y tu mensaje?

“Me gustaría que la gente recordara que no importa cuán profunda sea la adicción o el dolor, siempre hay una oportunidad para cambiar. Mi historia es un testimonio de la posibilidad de redención y de la esperanza que ofrece Dios. "Dios concédeme serenidad para aceptar las cosas que no puedo cambiar, valor para cambiar aquellas que puedo, y sabiduría para reconocer la diferencia." Si yo pude salir adelante, tú también puedes”.

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