Hay quienes ya están jubilados, pero aún tienen buena condición física y mental, por lo que comienzan a buscar nuevas oportunidades de empleo y hay empresas dispuestas a contratarlos.
Al entrar en la tercera edad, muchas personas consideran que ha llegado el momento de finalizar su vida laboral, optando por la jubilación y tomándose finalmente un tiempo para sí mismas. Esta etapa de la vida suele estar asociada con el descanso, la relajación y el disfrute de actividades personales que, en su momento, la rutina laboral no permitía. Sin embargo, esta opinión no es compartida por todos los adultos mayores, ya que, hay quienes al llegar a la jubilación con buena salud y en óptimas condiciones físicas, sienten el deseo de continuar trabajando. Este grupo de personas no solo busca mantenerse en movimiento, sino, también sentirse útiles y productivos, lo cual, según su sentir, puede tener efectos positivos, tanto a nivel personal, como social.
Para algunas empresas, la contratación de personas de la tercera edad podría representar una ventaja significativa, ya que, se aprovecharía la experiencia y conocimientos acumulados a lo largo de los años por estos trabajadores. Además, su deseo de continuar activos podría traducirse en una mayor estabilidad laboral y en un compromiso genuino con la empresa. Sin embargo, esta idea no siempre es considerada por los empleadores, quienes en muchas ocasiones prefieren optar por la contratación de jóvenes recién egresados de instituciones educativas. A pesar de ello, hay lugares en donde esta tendencia comienza a cambiar.
Apertura. En Monclova, ya se ha empezado a notar la presencia de personas de 60 o 65 años aproximadamente trabajando en tiendas de conveniencia como cajeros. Los adultos mayores, a pesar de estar jubilados, optan por seguir trabajando. Para desempeñar estos roles, las personas requieren de una capacitación adecuada, la cual, les es proporcionada por las empresas siempre y cuando, el interesado en obtener el puesto esté de acuerdo con recibir dicha preparación y tenga la apertura de aprender cosas nuevas.
Caso. Lorenzo Cardona, un ciudadano que ya se encuentra jubilado, es un claro ejemplo de esta tendencia. Tras años de servicio en una empresa de la localidad y después de obtener su jubilación, Lorenzo decidió tomarse unos meses de descanso en casa. Sin embargo, con el tiempo, se dio cuenta de que todavía se sentía autosuficiente y con la capacidad de seguir contribuyendo a la sociedad a través del trabajo. Ante este deseo, decidió salir en busca de un empleo que le permitiera mantenerse activo.
Afortunadamente, Lorenzo encontró una oportunidad como empacador en un supermercado. “Me agrada el hecho de que aún me permitan trabajar, tengo ingresos extras y me mantengo activo”, destacó. Con esto deja en claro que, a pesar de su edad, siempre y cuando se sienta bien físicamente, puede realizar las labores que él desee. Así como este caso, diversos adultos mayores en Monclova han tomado la iniciativa de no dar por terminada su vida laboral a pesar de ya contar con una jubilación. Para ellos, continuar trabajando no solo es una manera de generar ingresos extras, sino también de mantenerse activos y útiles a su consideración. Sin embargo, sigue siendo fundamental que las empresas y la sociedad en general comiencen a valorar y aprovechar el potencial que estas personas pueden ofrecer.
De esta manera, no solo se fomenta la inclusión laboral, sino que también se promueve el bienestar físico y emocional de quienes, a pesar de haber alcanzado la tercera edad, aún tienen mucho que aportar. Don Lorenzo agregó que la comprensión de sus compañeros que, tal vez sean más jóvenes también es una gran ventaja, cuando hay alguien mayor en un nuevo entorno laboral, deben entender que les puede tomar algo de tiempo adaptarse, pero la empatía es una gran herramienta para generar confianza.