Un informe reciente revela que los fumadores que dejaron de fumar poco después de ser diagnosticados con enfermedad cardíaca redujeron su riesgo de ataque al corazón o muerte casi a la mitad en los cinco años siguientes. En contraste, aquellos que solo disminuyeron su consumo de tabaco no experimentaron ninguna reducción en su riesgo, según el estudio.
"Siempre les digo a mis pacientes que nunca es demasiado pronto ni demasiado tarde para dejar de fumar; sin embargo, cuanto antes se deje de fumar, mejor será para reducir el riesgo cardiovascular. Reducir el tabaquismo no es suficiente", afirmó el Dr. Jules Mesnier, autor principal del estudio del Hospital Bichat-Claude Bernard en París.
El estudio, presentado en la reunión anual de la Sociedad Europea de Cardiología en Londres, analizó los resultados de salud de más de 32,000 personas diagnosticadas con enfermedad cardíaca durante un período de cinco años. De ellas, cerca de 15,000 habían fumado en algún momento, y más de 4,000 eran fumadores activos al momento del diagnóstico.
Aproximadamente el 75% de los exfumadores que recibieron su diagnóstico decidieron dejar de fumar dentro del año siguiente. Estos individuos vieron una reducción del 44% en sus probabilidades de ataque al corazón o muerte relacionada con el corazón en comparación con aquellos que continuaron fumando.
"El primer año después del diagnóstico es crucial para dejar de fumar. Debemos enfatizar la importancia de dejar el tabaco y apoyar a los pacientes en este proceso", explicó Mesnier.
Por otro lado, reducir el número de cigarrillos consumidos al día no mostró mejoras significativas en los resultados de salud. Los pacientes que solo redujeron su consumo no experimentaron cambios en su riesgo de eventos cardíacos.
El estudio también destacó que, aunque dejar de fumar mejora la salud, el riesgo de eventos cardíacos graves aumenta en un 8% por cada año adicional de consumo de tabaco, y los exfumadores nunca igualan el riesgo de aquellos que nunca han fumado. No obstante, dejar de fumar sigue siendo una excelente decisión, subrayó Mesnier.
"Es esencial proporcionar mensajes claros y concisos a los fumadores en cada intervención médica, destacando que pueden reducir a la mitad su riesgo de eventos graves o muerte", concluyó.