La lactancia materna puede ayudar a las mujeres a perder el peso ganado durante el embarazo, especialmente para aquellas que tenían sobrepeso antes de concebir, según un estudio reciente.
Las mujeres que amamantaron exclusivamente a sus bebés durante el primer año perdieron peso postnatal. Aquellas con un peso normal antes del embarazo conservaron unas tres libras adicionales, mientras que las madres que ya eran obesas o tenían sobrepeso antes del embarazo no solo perdieron el peso ganado durante el embarazo, sino que también lograron perder medio libra adicional.
En contraste, las mujeres que optaron por no amamantar o que combinaron fórmula con lactancia materna retuvieron más peso, con incrementos promedio de 6 y 8 libras, respectivamente, a los 12 meses después del parto.
El Dr. Loy See Ling, autor principal del estudio del Hospital de Mujeres y Niños KK en Singapur, explicó que los factores hormonales asociados con la lactancia materna facilitan la redistribución y gestión de la grasa corporal, permitiendo a las mujeres perder más peso del que ganaron durante el embarazo.
El estudio, publicado en la revista Nutrients, siguió a 379 madres primerizas durante 12 meses postparto, observando sus prácticas de alimentación: lactancia materna exclusiva, combinación de lactancia materna y fórmula, o fórmula exclusivamente.
Aunque se esperaba que la lactancia materna ayudara a perder peso, los beneficios adicionales para mujeres con un IMC alto fueron sorprendentes. Fomentar la lactancia materna exclusiva y realizar cambios específicos en el estilo de vida podría ser una intervención efectiva para mejorar la salud metabólica de las madres y sus familias tras el parto, especialmente para aquellas con un IMC elevado.
Ling también destacó que la lactancia materna podría reducir las probabilidades de que tanto la madre como el niño desarrollen obesidad, diabetes y enfermedades cardiovasculares a largo plazo, un beneficio aún más relevante para las mujeres con varios hijos, ya que cada episodio de peso retenido puede acumularse y aumentar el riesgo de problemas de salud futuros.