Lamentablemente, las esperanzas de su recuperación se fueron desvaneciendo con el paso de los días.
Después de cinco días de intensa lucha por su vida, Jaime Moreno González, el joven fronterense que sufrió un aparatoso accidente en un scooter eléctrico, fue reportado muerto la mañana de este miércoles.
Elementos de la Agencia de Investigación Criminal tomaron conocimiento de los hechos, cerrando un capítulo trágico que comenzó la noche del viernes 23 de agosto en la colonia La Sierrita.
Aquella fatídica noche, Jaime, de apenas 23 años, circulaba a gran velocidad por la calle República en su scooter, cuando al llegar al cruce con la calle Oaxaca, una alcantarilla sobresaliente se convirtió en su trampa mortal.
El impacto fue brutal; el scooter se desestabilizó y Jaime salió proyectado, golpeando su cabeza contra el pavimento con una fuerza que no dejó lugar a dudas sobre la gravedad del accidente.
Los socorristas del Grupo de Rescate y Urgencias Médicas (GRUM) llegaron al lugar en cuestión de minutos, brindando los primeros auxilios a un Jaime que ya mostraba señales preocupantes: pérdida de memoria temporal y una confusión que reflejaba la seriedad del trauma craneal que había sufrido. Sin perder tiempo, lo trasladaron al Hospital General Amparo Pape de Benavides, donde permaneció bajo estricta observación médica.
Lamentablemente, las esperanzas de su recuperación se fueron desvaneciendo con el paso de los días. Las lesiones, que en un inicio parecían manejables, se complicaron hasta que finalmente, la mañana de este miércoles, Jaime Moreno González sucumbió, dejando a su familia y amigos sumidos en un dolor profundo e irreversible.
El caso de Jaime es un recordatorio sombrío de los peligros que conlleva el uso imprudente de vehículos eléctricos, especialmente en zonas urbanas donde las condiciones de las calles pueden convertir un paseo en una tragedia. La Agencia de Investigación continúa con las indagatorias para determinar si el mal estado de la vía pudo haber contribuido al fatal desenlace.