Rusia quería "destruirnos" pero la guerra "volvió a su casa", afirmó Zelensky.
El presidente ucraniano, Volodimir Zelensky, prometió el sábado que Rusia sufrirá "represalias" por haber invadido su país y promulgó una ley que ilegaliza a la Iglesia Ortodoxa vinculada a Moscú, en actos que marcaron el 33º aniversario de la independencia de la exrepública soviética.
Los dos países anunciaron por otra parte el canje de 230 prisioneros de guerra, 115 por bando, tras una negociación mediada por Emiratos Árabes Unidos.
Las fuerzas ucranianas, que resisten desde hace dos años y medio a una invasión rusa y tienen dificultades para contener la embestida en el este del país, llevaron el 6 de agosto la guerra al territorio ruso y se apoderaron de decenas de localidades en la región de Kursk.
Rusia quería "destruirnos" pero la guerra "volvió a su casa", afirmó Zelensky en un video grabado, según dijo, en la zona fronteriza desde donde sus tropas lanzaron la primera incursión en suelo ruso de un ejército extranjero desde la Segunda Guerra Mundial.
Ucrania "sorprendió una vez más" a Rusia, que "sabrá lo que son las represalias", proclamó el mandatario.
En Rusia, el presidente Vladimir Putin conversó con el jefe del Estado Mayor, Valeri Guerasimov, acerca de "la lucha contra las fuerzas enemigas que invaden la región de Kursk y de las medidas adoptadas para destruirlas", informó el Kremlin.
Esas declaraciones contrastan con la actitud imperante hasta ahora, de minimizar el impacto de la operación militar ucraniana.
Ucrania y Rusia realizan un nuevo canje de presos
Pese a las proclamas bélicas, los dos países anunciaron un nuevo canje de presos de guerra, 115 por bando, entre los cuales figuran soldados capturados por las fuerzas ucranianas en la región de Kursk.
Según el comisionado ucraniano de Derechos Humanos, Dmytro Lubinets, 82 de los 115 presos recuperados por Kiev participaron en 2022 en la defensa de la fábrica Azovstal durante el asedio ruso de Mariúpol, un importante hito de la guerra que se había iniciado con la invasión rusa en febrero de aquel año.
Emiratos Árabes Unidos, que ofició de mediador, pidió una "desescalada", como "única forma de resolver el conflicto".
Zelensky participó en las celebraciones del aniversario de la independencia en la plaza Santa Sofía de Kiev, junto al presidente polaco Andrzej Duda y a la primera ministra lituana Ingrida Simonyte, dos importantes respaldos de Ucrania frente a Rusia.
El mandatario reveló que las fuerzas ucranianas habían probado con éxito una nueva arma, el misil dron "Palianytsia", "mucho más rápido y potente" que los drones de que dispone actualmente.
El jefe del gobierno alemán, Olaf Scholz, cuyo gobierno prevé reducir la ayuda militar a Kiev el próximo año, reafirmó en un mensaje la "solidaridad continua e inquebrantable" de Alemania con Ucrania.
El jefe de la diplomacia de la Unión Europea, Josep Borrell, aseguró en la red social X que la "lucha existencial" de Ucrania contra Rusia lo era "también para la UE".
Prohíben activadas de la Iglesia Ortodoxa del Patriarcado de Moscú en Ucrania
Zelensky promulgó la ley que prohíbe las actividades de la Iglesia Ortodoxa ucraniana del Patriarcado de Moscú, durante mucho tiempo el principal culto del país.
Esta denominación cristiana cortó sus vínculos con Moscú en 2022, pero las autoridades ucranianas siguieron considerándola bajo influencia rusa y multiplicaron acciones legales que condujeron al encarcelamiento de decenas de sacerdotes.
"Los ortodoxos ucranianos dan hoy un paso para liberarse de los demonios de Moscú", declaró Zelensky.
El patriarca de la Iglesia ortodoxa rusa, Ciril, acusó a las autoridades ucranianas de "perseguir" a los fieles y pidió a los líderes de otras confesiones cristianas y de organizaciones internacionales "levantar la voz en defensa de los creyentes perseguidos".
Continúan los bombardeos entre las fuerzas rusas y ucranianas
La ofensiva ucraniana en la región rusa de Kursk concita la atención mundial porque llevó las hostilidades al territorio del atacante, pero el epicentro de los combates sigue siendo la cuenca del Donbás, en el este industrial de Ucrania, donde las tropas rusas están mejor equipadas y son más numerosas.
Las fuerzas rusas se están acercando actualmente a Pokrovsk, un importante centro logístico de unos 53.000 habitantes, que las autoridades han llamado a evacuar urgentemente.
Un bombardeo ruso mató el sábado a 5 personas e hirió a otras 5 en Kostiantinivka, otra ciudad importante de esa región, informó la Fiscalía ucraniana.
Ucrania indicó por otro lado que había bombardeado un depósito de municiones en la región de Voronezh, en el oeste de Rusia. Las autoridades locales rusas informaron de ataques con drones y de la evacuación de una aldea.
Ucrania afirma que con su incursión en suelo ruso busca crear una "zona de amortiguamiento" que aleje las plataformas de bombardeo rusas, así como obligar a Moscú a redesplegar fuerzas de otros frentes e incluso usar esas regiones como moneda de cambio en eventuales negociaciones de paz "justas".
La ofensiva en Kursk, sin embargo, no parece haber aliviado hasta el momento la presión rusa en el este de Ucrania.