"Los bomberos salvan corazones y hogares".
Arturo Alberto García Tarín es un nombre que resuena con fuerza en el ámbito del servicio comunitario en Castaños, Coahuila. Desde sus humildes comienzos como bombero voluntario a la edad de 12 años en Hidalgo del Parral, Chihuahua, hasta su actual posición como comandante de la Brigada de Rescate de Bomberos en Castaños, Arturo ha dedicado su vida a salvar vidas y proteger a su comunidad.
Con una carrera que abarca no solo el ámbito de los bomberos, sino también el de la policía municipal en Saucillo, Chihuahua, Arturo ha forjado un camino marcado por el valor, la dedicación y un inquebrantable compromiso con el bienestar de los demás. En esta entrevista que Periódico El Tiempo de Monclova le realizo, nos comparte sus experiencias, desafíos y las lecciones que ha aprendido a lo largo de su admirable trayectoria.
¿Cómo fue tu inicio en el mundo de los bomberos a tan corta edad, y qué te motivó a unirte a los 12 años como voluntario en Hidalgo del Parral, Chihuahua?
“Desde niño siempre me llamó la atención el trabajo de los bomberos, esa mezcla de valor y servicio a la comunidad. A los 12 años, tuve la oportunidad de unirme como voluntario en Hidalgo del Parral, bajo la guía del comandante Scott. Él me enseñó los valores de la disciplina y el trabajo en equipo, lo que me motivó a dedicarme a esta noble profesión”.
Has trabajado como bombero en diferentes ciudades y también como policía municipal. ¿Cómo ha influido esta experiencia diversa en tu enfoque como comandante de bomberos en Castaños?
“Haber trabajado como bombero remunerado en Parral, y como policía en Saucillo, me ha dado una visión integral de la seguridad y el rescate. La experiencia en la policía me enseñó a manejar situaciones de crisis y a mantener la calma bajo presión, habilidades que ahora aplico en mi rol como comandante en Castaños. Es fundamental entender que cada decisión que tomamos puede salvar vidas”.
¿Cómo fue el proceso de formación de la Brigada de Rescate de Bomberos en Castaños, y qué desafíos enfrentaste para conseguir los equipos y vehículos necesarios?
“Formar la brigada de rescate en Castaños fue un reto enorme. Empecé desde cero, buscando el apoyo de la comunidad y autoridades locales para conseguir los equipos y vehículos. Fue un trabajo arduo, pero la satisfacción de ver a la brigada funcionando con los recursos necesarios es indescriptible. El desafío principal fue la falta de recursos, pero con perseverancia y el apoyo de quienes creen en nuestra labor, logramos salir adelante”.
¿Podrías compartirnos la anécdota que viviste hace dos años en la carretera 53 Monclova-Monterrey, donde estuviste cerca de ser atropellado mientras atendías un accidente?
“Esa experiencia fue realmente aterradora. Estábamos terminando las maniobras de rescate en un accidente de migrantes, recogiendo el equipo, cuando escuchamos un ruido fuerte a lo lejos. Era un tracto camión sin luces que, al ver el accidente, intentó frenar. Pasó tan cerca de nosotros que sentimos el frío del miedo, pensando que nos arrollaría. Afortunadamente, el camión terminó volcado a un costado del accidente. Ese día me quedó claro lo frágil que es la vida y la importancia de estar siempre alerta”.
¿Qué es lo que más te gusta de ser bombero, y qué te inspira a seguir en esta profesión a lo largo de tantos años?
“Lo que más me gusta de ser bombero es la oportunidad de ayudar a quien lo necesita. No hay mayor satisfacción que saber que has hecho una diferencia en la vida de alguien. Cada rescate, cada incendio que apagamos, es un recordatorio de por qué hago esto. Mi inspiración viene de la gente, de las sonrisas y el agradecimiento de quienes hemos podido ayudar. Eso es lo que me impulsa a seguir adelante”.
¿Cómo visualizas el futuro de la brigada de rescate de bomberos en Castaños, y cuáles son tus metas a largo plazo para esta unidad?
“Mi visión para el futuro de la brigada es que se convierta en una de las más grandes y mejor equipadas de la región. Quiero que tengamos suficiente personal capacitado para enfrentar cualquier tipo de emergencia, sin las limitaciones que hemos tenido en el pasado. Mi meta es dejar un legado de seguridad y preparación en Castaños, para que la comunidad siempre se sienta protegida”.
¿Qué mensaje le darías a los jóvenes que están considerando unirse a los bomberos, pero aún tienen dudas?
“Les diría que ser bombero es más que una profesión, es un llamado. Si tienen el deseo de servir y ayudar a los demás, no lo duden. Es una labor que requiere sacrificio y valentía, pero la recompensa de salvar vidas y hacer una diferencia en tu comunidad no tiene precio. No se trata solo de apagar incendios, sino de estar ahí cuando más se necesita, de ser esa esperanza en momentos de desesperación”.