El alcalde saliente de Monterrey realiza un recuento de su trabajo en la capital de Nuevo León, mientras se prepara para llegar al Senado, igual que lo hicieron su abuelo y su padre
Monterrey.— Luis Donaldo Colosio Riojas, de Movimiento Ciudadano, se dice entusiasmado por su llegada al Senado y lo que pueda aportar en los años por venir.
El todavía presidente municipal de Monterrey hace un recuento de los logros durante su administración, mientras se alista para solicitar licencia al cargo, el próximo viernes 23 de agosto, y planear su llegada a la Ciudad de México.
En entrevista, Colosio Riojas reconoce que ocupar un escaño en la Cámara Alta, es “una posición a la que he aspirado por mucho tiempo”.
Respecto al 2030, dice que prefiere concentrarse en lo inmediato porque “cuando la gente se distrae de lo que está haciendo, se marea y se cae”.
¿Cómo lo vio Monterrey cuando llegó a la alcaldía?
—Una ciudad como Monterrey, que es enorme, tiene muchísimas realidades y necesidades, y es una ciudad que se debe de reconstruir constantemente. El problema es que nos encontramos grandes sectores de la sociedad, no nada más físicos, también poblacionales que tienen ya muchísimos años de abandono, incluso aquí al interior del municipio, teníamos a muchos de ellos relegados como si fueran robots, y lo que queríamos era recuperar ese rostro humano que debe tener una administración y ese fue uno de los principales retos. ¿Cómo transformar Monterrey en una ciudad más humana, más innovadora y más sostenible que ha tenido nuestro estado y país? Fue precisamente poniendo atención al recurso más importante que tiene la ciudad, que es el recurso humano.
Que la gente trabaje mejor, que tengan mejores condiciones nuestros policías, que realmente la tecnología sea una aliada para facilitarle la vida al ciudadano y en eso trabajamos. Los cinco ejes que más le importa a la gente son: seguridad, desarrollo económico, desarrollo humano, desarrollo sostenible y un gobierno abierto y tecnológico que permita y facilite la participación de la gente.
¿Cuáles logros se alcanzaron?
—Tenemos, afortunadamente, muchos resultados que podemos presumir con mucho orgullo, pero el más importante ha sido la muy activa participación de la gente en todo lo que hacemos. La creación y conformación del primer Presupuesto Participativo en la historia de Monterrey y después de tres ediciones ha sido un éxito rotundo, hasta el Programa de Reforestación, el más grande de la historia de la ciudad, y con el Programa de Adopta un Árbol logramos sembrar más de 19 mil árboles por toda la ciudad.
Conformar tantos chats de seguridad vecinal que nos han permitido acortar nuestros tiempos de respuesta y estar directamente monitoreados por nuestro C4, para que nuestros tiempos de respuesta sean de tres minutos o menos.
Las juntas vecinales que nos han permitido con todos los vecinos de un sector o de varios sectores, atacar las necesidades vecinales de cada sector. De nada sirve solamente decir el trabajo que se hizo en la administración si no presumo al mismo tiempo todo el impulso que también se tuvo por parte de la ciudadanía.
Lo he dicho muchas veces, que cuando la ciudadanía trabajamos de la mano con nuestro gobierno, así se crea la comunidad.
¿Fue un alcalde cercano a la gente?
—Desde el primer día le dije a la gente que iba a ser un alcalde de calle, tratando los asuntos directamente en las colonias y así fue. Desde el primer día, todos los recorridos que hacíamos casa por casa, en una colonia diferente por día, hacíamos juntas vecinales dos veces por semana cada mes. El Programa de Ahora Vamos Juntos, donde concentrábamos todos los permisos de servicios públicos en un sola colonia o sector, íbamos a supervisarlo.
Los miércoles de atención ciudadana aquí en Palacio se atiende a todo mundo con o sin cita, personalmente y con todo mi equipo; este fue un gobierno de cercanía, de realmente atender los problemas frente a frente con la gente.
Es el gobierno municipal el que debe tener contacto con la gente, el que tiene la responsabilidad de los servicios más básicos que necesitamos para que nuestra vida funcione. Es imposible arreglar las cosas de la gente desde el escritorio del alcalde.
¿Cuál fue el principal reto?
—Mi más grande reto fue traer a Monterrey al siglo XXI, es decir, romper viejos esquemas, modus operandi y mañas que se venían arrastrando desde hace muchos años y muchas administraciones, porque eran muy malas prácticas que ya estaban muy enmohecidas y asentadas o porque simplemente eran modos de operar de otras épocas.
Había otros pensamientos, un ejemplo es que los expedientes para Desarrollo Urbano se recibían todavía en papel y pluma prácticamente, tenías que imprimir todo y si necesitabas hacer un segundo trámite te volvían a pedir los mismos documentos que acababas de entregar y como requisitos te pedían una constancia de no adeudo del impuesto predial, cuando el mismo municipio es el que te lo está solicitando.
Romper paradigmas y resistencias, en especial de la propia administración, fue algo muy difícil para crear algo como el módulo Digital Monterrey +, para hacer todo sin la necesidad de salir de casa.
Ese tipo de transformaciones, dar ese tipo de herramientas tecnológicas, con encriptación, ID personalizado, datos biométricos con tu INE para que no haya ningún riesgo de que suplanten la identidad y que toda la información esté en el propio sistema. Tardamos dos años y medio en hacer ese proyecto.
¿En los siguientes tres años a Monterrey le va a ir bien?
—Yo confío en que a Monterrey le va a ir bien.
Viene un reto mayor, que es el Senado. ¿Cómo se prepara?
—Va a ser una labor muy interesante, es una posición a la que he aspirado por mucho tiempo y con mucho entusiasmo. Por un lado, por esa parte romántica de que mi padre fue senador, mi abuelo fue senador y me encantará estar en ese espacio que ellos también compartieron, y por otro lado que disfruté mucho la labor legislativa y me entusiasma mucho poder discutir los grandes temas nacionales. Las aportaciones que puedo dar a través de lo aprendido y que sé que le hacen falta a México a través de sus municipios, lo que he aprendido como alcalde y que se puede plantear en la legislación federal para ayudarle a todos los municipios de México, me da mucho gusto y estoy muy entusiasmado por lo que pueda aportar en estos años.
¿Hay un distanciamiento entre la dirigencia de Movimiento Ciudadano y Jalisco?
—Movimiento Ciudadano es una plataforma muy fresca que le permite a mucha gente y a un servidor tener libertad de ejercicio en una plataforma donde convergemos en una democracia. Creemos en el progreso de los derechos humanos, en la mínima intervención del gobierno, salvo aquellos casos que sea para defender o impulsar el desarrollo de grupos vulnerables; creemos en la oportunidad de derechos laborales para las personas. Los partidos no son más que eso, partidos. Al final los partidos son buenos o malos a partir de la gente que los integramos y somos humanos.
Está a nada de poder tomar el escaño y la responsabilidad para Nuevo León, pero ¿qué sigue para Colosio?
—En mi caso lo que sigue es entregar bien esta alcaldía, empezar con fuerza, hacer un buen papel en el Senado y fluir.
Se le ha visto como una figura presidencial. ¿Qué significa el 2030 para Luis Donaldo Colosio Riojas?
—Pienso que mis hijos van a estar muy grandes ya [risas]. Falta mucho y luego cuando la gente se distrae de lo que está haciendo ahorita, se marea y se cae. Yo prefiero concentrarme en lo inmediato porque sino no sale bien lo que estamos haciendo ahorita.
¿Qué significa para usted la figura de Luis Donaldo Colosio Murrieta?
—Mi papá es un gran ejemplo de amor y de guía. Yo lo recuerdo sentado a un lado de mí, aconsejándome y en esa dinámica de compañerismo. Esa parte no se me olvida y eso es lo que representa en gran medida mi espíritu de paternidad, el acompañamiento y respaldo que representa un padre para los hijos.
Fueron pocos años juntos, ¿suficientes para formar al hombre que es ahora?
—Tuve muchos otros ejemplos de paternidad y maternidad a quienes les aprendí algo que me gustó y lo he conservado, pero lo más importante que puedes hacer como papá es estar.
Hace unos meses se revivió, una vez más el caso del asesinato de Colosio.
—Siempre sale, ya la gente a estas alturas ya no se lo traga como antes, y estoy muy agradecido. Habemos mucha gente que cada vez que sale, decimos “¡Ah!, es que ya va a ser la elección”, seguimos nuestro camino y es de muy mal gusto, pero al final del día, allá ellos.
Su mensaje es de perdón…
—Mi venganza será mi perdón, así dijo mi madre y es un ejemplo que me marcó para siempre.