Un nuevo informe de las Academias Nacionales de Ciencias, Ingeniería y Medicina propone una definición actualizada para el COVID prolongado que podría facilitar que los pacientes reciban la ayuda necesaria.
Según la nueva definición, el COVID prolongado es una condición crónica que persiste al menos tres meses después de la infección inicial por COVID-19. La falta de una definición estandarizada ha dificultado el diagnóstico y tratamiento del trastorno, lo que llevó a las autoridades federales a solicitar la revisión del tema por parte de las Academias Nacionales.
El Dr. Harvey Fineberg, presidente de la Fundación Gordon y Betty Moore y líder del comité encargado de la definición, explicó que una definición uniforme del COVID prolongado es crucial para avanzar en la investigación y mejorar la atención al paciente. "La ausencia de una definición coherente ha impedido avances significativos en la investigación y ha retrasado el diagnóstico y tratamiento adecuado", comentó Fineberg.
El nuevo informe, elaborado con la colaboración de más de 1,300 personas, recomienda que las agencias federales adopten esta definición para su implementación en Estados Unidos. El Dr. Victor Dzau, presidente de la Academia Nacional de Medicina, señaló que abordar el COVID prolongado de manera más efectiva requiere una mejor coordinación de la atención, diagnósticos más precisos y una investigación optimizada.
La definición actualizada indica que el COVID prolongado puede manifestarse en cualquier sistema de órganos del cuerpo y puede presentar una amplia gama de síntomas, con más de 200 posibles signos y afecciones asociadas. Los síntomas pueden aparecer inmediatamente después de la infección o desarrollarse semanas o meses después. Es posible que una persona no haya mostrado síntomas durante la infección inicial y aún así desarrolle COVID prolongado.
Los pacientes pueden experimentar una variedad de síntomas, como dificultad para respirar, tos, fatiga persistente, malestar post-esfuerzo, problemas de concentración, cambios en la memoria, dolor de cabeza recurrente, mareos, frecuencia cardíaca acelerada, trastornos del sueño, alteraciones en el gusto o el olfato, hinchazón, estreñimiento y diarrea.
Además, el COVID prolongado puede agravar afecciones de salud preexistentes o presentar nuevas condiciones, incluidas afecciones mentales como la depresión y la ansiedad. Los síntomas pueden variar en severidad y duración, resolviéndose en algunos casos en meses, pero en otros pueden persistir durante años.
El panel de expertos destacó que cualquier persona, sin importar su edad, sexo o antecedentes, puede desarrollar COVID prolongado. Sin embargo, actualmente no existen pruebas clínicas definitivas para confirmar la presencia del COVID prolongado, por lo que el diagnóstico se basa en los síntomas y las condiciones observadas.