La segunda temporada de Daniele de Rossi como entrenador de la Roma, y la primera que comienza desde el inicio, arrancó con un empate sin goles en su visita al Cagliari (0-0).
Los 'giallorossi' apostaron desde el principio por los recién llegados Artem Dovbyk, Enzo Le Fée y Matías Soulé, así como por el español Angeliño. Sin embargo, Paulo Dybala, relacionado con un posible traspaso al Al Qadsia, comenzó el partido en el banquillo.
El primer tiempo dejó mucho que desear para la Roma. Las mejores oportunidades fueron para el Cagliari, comenzando con un cabezazo de Wieteska en el minuto 4 que pasó cerca del arco. En el 41', Marin puso a prueba al portero Svilar, y justo antes del descanso, Piccoli lanzó un potente disparo que rozó el poste.
La Roma mejoró tras el descanso, lo que no era difícil después del primer tiempo. Scuffet, el arquero del Cagliari, desvió a córner un gran disparo desde la frontal de Soulé en el minuto 48. Poco a poco, Dovbyk comenzó a hacerse notar. El exjugador del Girona dejó pasar un balón para que Pellegrini, llegando desde atrás, lanzara un disparo que Scuffet logró detener con dificultades.
Piccoli respondió con otro disparo que rozó el poste, pero la Roma, tras la entrada de Dybala en el minuto 69, hizo méritos para llevarse la victoria. Dovbyk, en el minuto 80, estrelló un cabezazo contra el travesaño tras un centro de Dybala.
Razvan Marin, un minuto después, en el 81', también sacudió el larguero con un disparo desde la frontal. El partido se volvió frenético, y la Roma vio cómo se le anulaba un posible gol de la victoria en el minuto 82. Dovbyk condujo el balón por el centro, disparó desde la frontal, Scuffet apenas pudo despejar, y Pellegrini marcó... pero estaba en fuera de juego.