Realidad Incluso los niños han comenzado a realizar este tipo de labores.
En las tiendas de conveniencia de Monclova, se ha observado un preocupante incremento del trabajo infantil, donde menores de edad se dedican a abrir las puertas a los clientes a cambio de una propina. Aunque inicialmente parece una actividad independiente de los empleados o gerentes de las tiendas, se ha vuelto una práctica común y frecuente.
La problemática no solo radica en la presencia de estos niños realizando una tarea que no les corresponde, sino también en la creciente participación de adultos en esta misma actividad.
Muchos de ellos pasan largas horas fuera de las tiendas, esperando recibir algunas monedas de los clientes que entran y salen.
Este fenómeno no solo pone de manifiesto una problemática económica y social, sino que también evidencia la creciente aceptación del trabajo infantil como algo normal.
Normalidad. Cada vez es más habitual ver a estos pequeños trabajadores en las puertas de los establecimientos, sin importar la hora del día. La comunidad, al acostumbrarse a esta situación, a menudo y parece ignorar o normalizar la situación, aceptando la presencia de niños y adultos pidiendo dinero a cambio de un servicio innecesario.
Problemáticas. La gran presencia de este fenómeno en más tiendas locales son un claro ejemplo de la problemática económica y laboral que presenta la entidad actualmente, que llevan a adultos y niños a buscar sustento de esta manera. El trabajo infantil y la participación de personas mayores en las actividades informales es una realidad evidente y creciente en la ciudad.
Crecimiento. Mientras algunos clientes si suelen darles propina, otros simplemente ignoran el hecho de que alguien les haya abierto la puerta al entrar o salir de la tienda, pasando completamente por alto la acción. Al percibir que, en ocasiones si obtienen buenas ganancias de moneda en moneda, consideran esto como un sinónimo de positividad, razón por la que este tipo de labores ha ido en incremento. Anteriormente era común ver a los infantes pidiendo dinero en los semáforos, sin embargo, pareciera ser que la modalidad ha cambiado.