Mantener una alimentación balanceada es fundamental para quienes llevan a cabo ejercicio físico de forma regular o por algún deporte en particular.
Saber elegir qué alimentos incorporamos a nuestro organismo es entender que a través de ellos se suman vitaminas, minerales, fibra y proteínas necesarias para el bienestar general.
En este marco, saber cuál es el rendimiento físico que tenemos ayuda a establecer buenas metas de acondicionamiento físico, ver nuestro progreso y mantener la motivación, explican desde el Instituto Mayo Clinic. Sus expertos afirman que conociendo esto como punto de partida nos permite planificar nuestra alimentación y rutina de ejercicios, dependiendo de hacia dónde queremos ir.
Bicarbonato y rendimiento físico
La realización de ejercicio físico es esencial para el mantenimiento y mejora de la salud y la prevención de enfermedades, para todas las personas y a cualquier edad, remarca el Ministerio de Sanidad de España. En este punto hace referencia a la resistencia cardiorrespiratoria, la flexibilidad, la fuerza y la resistencia muscular, es decir al rendimiento físico.
Sobre el rendimiento físico, la Federación Española de Triatlón (FETRI) lo describe como los esfuerzos realizados por un deportista para lograr objetivos de rendimiento específicos durante un período de tiempo. Aquí es donde entra en juego la alimentación y en especial se suman los beneficios que tiene el bicarbonato de sodio al controlar el pH en nuestro cuerpo.
El consumo de bicarbonato de sodio antes de realizar ejercicio, explica la doctora Tamara Hew-Butler, ayuda a disminuir la acidez alrededor de los músculos por lo que tiene un impacto muy positivo en el rendimiento físico. Este proceso químico ofrece una mayor resistencia ante actividades intensas, afirmación convalidada por un estudio que llevó a cabo la Sociedad Internacional de Nutrición Deportiva y que hace referencia al consumo de bicarbonato de sodio una o dos horas antes de llevar a cabo una rutina de ejercicio.
Como siempre, se recomienda la consulta médica antes de realizar cualquier cambio en nuestra alimentación y, en el caso del bicarbonato de sodio, no debe haber un abuso en su consumo porque puede traer consecuencias negativas como la reducción del flujo de oxígeno a los tejidos, dificultades cardíacas, confusión mental, según precisa la dietista Frances Largeman-Roth.