El verano está asociado con actividades al aire libre, días de playa, excursiones en la naturaleza y comidas en el exterior. Sin embargo, mientras disfrutas del clima cálido, es importante estar al tanto de los riesgos que pueden afectar tu salud en esta temporada.
Aquí te presentamos los cinco principales peligros del verano y cómo protegerte para disfrutar plenamente sin comprometer tu bienestar:
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Enfermedades relacionadas con el calor
El calor extremo puede ser peligroso, especialmente si no tomas las precauciones adecuadas. Las enfermedades vinculadas al calor, como los calambres, el agotamiento y el golpe de calor, pueden aparecer rápidamente sin la debida atención a la exposición solar.Cómo prevenirlas:
Evita la exposición al sol directo entre las 9 a.m. y las 4 p.m., usa ropa ligera y de colores claros, y mantente bien hidratado. Es importante evitar la cafeína y el alcohol, que pueden aumentar el riesgo de deshidratación. Si experimentas síntomas como mareos o debilidad, busca un lugar fresco para descansar. En casos graves como el golpe de calor, busca ayuda médica de inmediato. -
Quemaduras solares
Una exposición prolongada al sol sin protección puede causar quemaduras solares, que no solo son incómodas, sino que también aceleran el envejecimiento de la piel y aumentan el riesgo de cáncer cutáneo.Cómo prevenirlas:
Aplica un protector solar de amplio espectro con un SPF de al menos 30 antes de exponerte al sol y vuelve a aplicarlo cada dos horas, especialmente después de nadar o sudar. Usa ropa protectora como sombreros de ala ancha y gafas de sol que bloqueen los rayos UVA y UVB. Verifica si los medicamentos que tomas aumentan la sensibilidad al sol y ajusta las precauciones en consecuencia. -
Enfermedades transmitidas por el agua
El verano invita a disfrutar de piscinas, lagos y ríos, pero el agua contaminada puede ser fuente de infecciones. Enfermedades como diarrea, infecciones de oído y problemas respiratorios son comunes en estas condiciones.Cómo prevenirlas:
Evita tragar agua mientras nadas y dúchate antes y después de entrar al agua. Usa tapones para los oídos o un gorro de baño para prevenir infecciones en los oídos y asegúrate de secarlos bien después de nadar. Mantén una buena higiene personal y de tus hijos para reducir el riesgo de infecciones. -
Intoxicación alimentaria
Las barbacoas y picnics son parte del verano, pero el calor puede acelerar el deterioro de los alimentos y aumentar el riesgo de intoxicación alimentaria. Bacterias como la Salmonella pueden proliferar en alimentos mal manejados o expuestos al calor durante mucho tiempo.Cómo prevenirla:
Separa siempre los alimentos crudos de los cocidos, lava bien tus manos antes de manipular alimentos y utiliza utensilios limpios. Mantén los alimentos fríos en una hielera y asegúrate de que los alimentos cocidos se mantengan calientes hasta el momento de servir. Deshecha cualquier comida que haya estado fuera del refrigerador por más de una hora para evitar riesgos. -
Picaduras de insectos
Las picaduras de insectos como abejas, avispas y mosquitos son comunes en el verano. Para quienes tienen alergias, una picadura puede causar una reacción severa que requiere atención médica inmediata.Cómo prevenirlas:
Si eres alérgico, lleva siempre contigo un autoinyector de epinefrina. Para todos, retira el aguijón de inmediato y aplica hielo para reducir la hinchazón. Usa repelente de insectos y viste ropa que cubra la piel para minimizar las picaduras.