El helado, ese dulce que nos recuerda a la infancia y a los días calurosos, a menudo es considerado un placer sencillo, pero un reciente estudio de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) ha demostrado que no todo lo que parece es lo que realmente es.
La Profeco realizó un análisis exhaustivo de 27 tipos de helado en el mercado mexicano y descubrió que algunas marcas no cumplen con lo que prometen en sus etiquetas, lo que podría influir en las decisiones de compra de los consumidores.
En su evaluación, Profeco incluyó 11 helados con grasa vegetal, siete con crema de leche, un helado de origen vegetal y ocho paletas de agua. El estudio no solo revisó la calidad sanitaria, sino también la precisión de la información en las etiquetas.
Entre los productos analizados, se encontró que dos helados de la marca El Edén 1926, que decían estar hechos con 100% leche de vaca, en realidad contenían grasa vegetal, lo que va en contra de las normas de calidad. Estos productos son:
- El Edén 1926: helado sabor a chocolate / 1L / México
- El Edén 1926: helado sabor a fresa / 1L / México
La importancia de las etiquetas en los productos lácteos
De acuerdo con la Norma de Calidad NMX-F-714-COFOCALEC-2012, los helados que se comercializan como elaborados exclusivamente con leche de vaca no deben contener otro tipo de grasa. El hallazgo de Profeco cuestiona la confiabilidad de las etiquetas y destaca la necesidad de que los consumidores sean más informados sobre lo que están comprando.
Marcas de helado a evitar
Entre los productos evaluados, Profeco desaconseja ciertos helados, especialmente para los niños. Uno de ellos es el Holanda Cremissimo Zero Azúcar, que incluye edulcorantes como sorbitol y sucralosa. Estos ingredientes, aunque comunes en productos dietéticos, no son recomendados para los niños debido a sus posibles efectos sobre la salud y los hábitos alimenticios.
Otro producto con una mención negativa es la Amor Coketo sabor spicy tamarindo sin azúcar, que contiene eritritol y extracto de fruta del monje. Estos edulcorantes pueden no ser adecuados para los niños, lo que subraya la importancia de que los padres revisen cuidadosamente las etiquetas antes de compr