Las cuevas sudafricanas, clave para descubrimientos que moldearon la comprensión científica del comportamiento humano temprano, han sido designadas como sitio del patrimonio mundial.
Las tres nuevas incorporaciones a la lista del patrimonio, finalizadas el 26 de julio, incluyen el refugio rocoso Diepkloof, la cueva Sibhudu y el complejo de sitios Pinnacle Point. Este último ha sido extensamente explorado y documentado por el profesor Curtis Marean de la Universidad Estatal de Arizona, quien fue instrumental en el impulso para el reconocimiento de la UNESCO.
Cuando Marean comenzó su trabajo en Pinnacle Point en 1999, las cuevas en la base de un acantilado de 50 metros de altura ubicado en la costa del Océano Índico aún no habían sido excavadas. Entre los descubrimientos que Marean ha documentado se encuentran signos de cómo Homo sapiens vivió hace unos 160,000 años, durante una era conocida como el Cuaternario, cuando los humanos se estaban expandiendo por todo el continente africano.
Marean encontró evidencia de que estos humanos comían mariscos, modificaban y usaban pigmentos, y usaban fuego para modificar materiales. El sitio también contenía los primeros signos de humanos utilizando armas avanzadas de proyectil, que datan de hace 71,000 años.
El impacto de este descubrimiento
“Pinnacle Point ha demostrado ser una visión increíble sobre el origen de nuestra especie, particularmente nuestra relación con el mar”, dijo Ryan Williams, director de la Escuela de Evolución Humana y Cambio Social de la Universidad Estatal de Arizona en un comunicado de prensa.
Los tres sitios en las provincias de Western Cape y KwaZulu-Natal de Sudáfrica fueron reconocidos debido a sus contribuciones “a la comprensión del origen de los humanos modernos en comportamiento, sus habilidades cognitivas y culturas, y las transiciones climáticas que sobrevivieron”, dijo la UNESCO en su sitio web. Los sitios solo se agregan a la lista si se considera que tienen “un valor excepcional para la humanidad”.
Pinnacle Point también es importante por las pistas que contiene sobre cómo los primeros humanos sobrevivieron a un clima cambiante, incluyendo el movimiento de enormes capas de hielo durante la era Cuaternaria y la supererupción del Monte Toba, un volcán ubicado en la actual Indonesia, hace 74,000 años.
“Esta ocasión trascendental marca un hito significativo en nuestro viaje colectivo para preservar y celebrar los orígenes del comportamiento humano moderno y nuestro patrimonio cultural compartido”, dijo Ricardo Mackenzie, ministro provincial de Asuntos Culturales y Deportes del Western Cape, en un comunicado. “La preservación excepcional de estos sitios, en medio de los desafíos del cambio climático y el aumento del nivel del mar, son testimonios de la resiliencia, ingenio y adaptación de nuestros antepasados a los cambios ambientales”.