¿Dónde estoy?”, le preguntaba Luis Alberto “El Venado” López (30-3, 17KOs) a su esquina.
Había perdido la noción del tiempo y el espacio. Su mente había quedado en blanco por ese cruzado de izquierda de Angelo Leo (25-1, 12KOs) que lo mandó a la lona sin poder reaccionar. Fue una lenta y cruel destrucción que finalizó en el décimo asalto. “El Venado” no se pudo levantar, le podían contar hasta el infinito. Leo, hasta hoy una peleador desconocido, se convertía así en el nuevo campeón mundial de las 126 libras de la FIB.
Resignación y silenció se veía en la esquina del peleador mexicano. Mientras era abrazado trataban de transmitirse consuelo camino a los vestidores. ‘El Venado’ hasta hace nada se sentía orgulloso de tener un aguante como ninguno, un físico envidiable y una pegada respetada, sin embargo, Leo pudo descifrar ese enigma, dejándolo desnudo y sin corona, viviendo una pesadilla.