Más allá de su extraordinaria cultura y gastronomía, México también destaca como la tierra natal de razas caninas muy antiguas y emblemáticas
México, un país conocido por su rica herencia cultural, histórica y biodiversidad, también es el hogar de algunas razas de perros que han ganado un lugar especial en la historia y en los corazones de los amantes de los animales. Estos canes no solo son compañeros leales, sino también portadores de tradiciones y símbolos de identidad nacional.
A continuación, exploramos las razas emblemáticas que Eduarda Piamore, Técnica en psicología, educación y adiestramiento canino y felino, asegura que representan el legado animal de este país.
Chihuahua o Chihuahueño
El Chihuahua es el perro más pequeño del mundo y la raza canina originada en México que goza de mayor reconocimiento a nivel global. Pese a su diminuto tamaño, el Chihuahua o Chihuahueño es ampliamente conocido por su temperamento alerta, valiente y, a veces, algo intrépido.
Se trata de un perro inteligente y versátil, cuya personalidad puede variar bastante en función de la educación que recibe y el ambiente donde vive. La socialización temprana es clave para prevenir problemas de comportamiento muy comunes en esta raza, como los ladridos excesivos y las actitudes celosas o incluso agresivas.
Existen teorías que sugieren que el Chihuahua es descendiente del Techichi, un perro precolombino que fue muy apreciado por las civilizaciones antiguas en Mesoamérica. Su pequeño tamaño y su gran carácter lo han convertido en uno de los perros más populares no solo en México, sino en todo el mundo.
Xoloitzcuintle
El Xoloitzcuintle, o simplemente “Xolo”, es una raza de perros sin pelo muy antigua, venerada por la civilización azteca en el México prehispánico. Su nombre hace referencia a Xólotl, el dios azteca de la muerte, que era representado como un hombre con cabeza de perro. Según la mitología, el Xoloitzcuintle fue creado por el dios Xólotl para guiar a los muertos en su travesía hacia el inframundo.
El Xoloitzcuintle es un perro compacto y musculoso, con tres subtipos reconocidos según su tamaño: toy, estándar y grande. Es un perro leal, paciente y amigable, con una gran predisposición al entrenamiento. Su piel desnuda y su elegancia natural lo hacen destacar, mientras que su papel en la mitología y su conexión con la espiritualidad mexicana lo convierten en un símbolo vivo del pasado precolombino del país.
Calupoh o Perro Lobo Mexicano
Menos conocido pero igualmente fascinante es el Calupoh, una raza que se originó a partir del cruce entre perros domesticados y lobos durante la época prehispánica. Este perro tiene una apariencia imponente y una naturaleza leal, lo que lo convierte en un guardián ideal.
El Calupoh es un perro de trabajo y ha sido utilizado en varias tareas, desde la caza hasta la protección. Su genética lo conecta con la fauna silvestre de México, y su existencia es un testimonio de la convivencia histórica entre humanos y lobos en la región.
Pitbull Chamuco Mexicano
El Pitbull Chamuco Mexicano es una raza desarrollada a partir de cruces entre el American Pitbull Terrier y otras razas caninas de contextura física imponente. Aunque no es una raza reconocida oficialmente, se considera una variante del Pitbull Terrier Americano.
El Chamuco es un perro poderoso, con musculatura bien desarrollada y mandíbulas fuertes. A pesar de su reputación, es un perro cariñoso y devoto a su familia, que requiere ejercicio diario y una socialización adecuada para un comportamiento equilibrado.
Techichi
El Techichi, ahora extinto, es considerado el ancestro precolombino del Chihuahua. Originario de la civilización tolteca, este perro pequeño y de orejas puntiagudas era tanto un compañero de trabajo como un guía espiritual. Se cree que fue extinguido durante el periodo de escasez de ganado entre los siglos XVI y XVII, cuando fue considerado una fuente de alimento.
En la actualidad, estas razas continúan ganando popularidad, no solo en México, sino a nivel mundial, destacando la importancia de protegerlas y valorarlas como parte del legado cultural y biológico del país. Los perros mexicanos son, sin duda, un orgullo nacional y un tesoro vivo que merece ser celebrado y cuidado.