En el proceso de quiebra y subasta de Altos Hornos, si se declara desierta, pasarían los activos a los trabajadores.
Dentro del proceso de quiebra, que AHMSA ya reconoce como inminente, la puja debe ser buscando el mejor precio, de no darse y declararse desierta, la ley estipula que los activos quedan en manos de los trabajadores y quedarían como dueños, comentó Alejandro Loya Galaz, presidente de la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación.
De acuerdo a la Ley de Quiebras, abre la subasta con cierta cantidad, en caso de que los ofrecimientos no convenzan, se establece una segunda ronda donde baja el valor de los activos un 20 por ciento, de tampoco haber una buena oferta, se declara desierta y entonces la ley estipula que los activos quedan en manos de los trabajadores y quedarían como dueños de los activos de la planta y pudieran funcionar como una cooperativa, pero el problema es que requieren de dinero.
Venta. En caso de que sí se venda la empresa, se da el dinero, y hay nuevos dueños, nueva empresa, incluso nuevo nombre, señaló Loya Galaz. Consideró que los activos que los nuevos inversionistas pueden aprovechar para arrancar nuevamente la empresa son el Horno Eléctrico, la planta Steckel y otras áreas que se necesiten, el resto de las plantas seguramente no, porque requieren de miles de millones de pesos para volverlas a poner a funcionar. Sin embargo, al operar AHMSA nuevamente, tendrán que comprar planchón, porque no habría suficiente para laminar, pero ya verían lo que dicen los expertos a ese respecto para comenzar con la producción nuevamente.
Inclusión. Loya Galaz destacó que dentro del proceso en que la empresa pueda recomenzar, los empresarios locales, muchos de ellos acreedores quienes no van a recibir nada de su dinero, quieren ser tomados en cuenta e involucrarse para el trabajo de proveeduría, que los mismos nuevos inversionistas aporten su granito de arena y contraten la proveeduría local y, de alguna manera, poder recuperar los negocios.
Subrayó que eso sería muy positivo para los empresarios como para la economía local y regional.
"Ojalá vengan a aportar al fortalecimiento y crecimiento de la comunidad de Monclova y Frontera, y en esta situación tal vez pueda intervenir la autoridad federal para que se pueda dar ese resurgimiento de la empresa", agregó. Loya aseguró que otras áreas de AHMSA sería difícil arrancar como la Coquizadora que necesita como 600 millones de dólares. Destacó que actualmente en la industria aplican los "mini-mills", que son plantas pequeñas con inversión de 500 a 600 millones de dólares, que producen 1 o 2 billones de toneladas de acero líquido y usan materia prima de chatarra. No son fabricantes de acero que requieran carbón y mineral de hierro. Estados Unidos las opera y hacen planchones que convierten en lámina y pueden sacar calidades buenas, hacer planchón o pelet, y eso convendría más para hacer crecer una planta y hay mucho mercado con buena calidad.