La muerte de José Luis Puente Hernández, un convicto del Centro de Reinserción Social de Piedras Negras ha conmocionado a la comunidad penitenciaria y destaca nuevamente la crisis de salud mental que enfrentan los internos en el sistema penitenciario mexicano.
Puente Hernández, quien estaba cumpliendo una condena de 26 años por el feminicidio de Bertha Asunción Zamarripa el 6 de octubre de 2020, se suicidó en un acto desesperado que culminó en su fallecimiento en el Hospital General Salvador Chavarría.
Alerta. Según informes de las autoridades penitenciarias, Puente Hernández se sumergió en un balde de agua dentro del Centro de Reinserción Social, en un claro intento de suicidio. Aunque sus compañeros de celda alertaron rápidamente a los custodios, Puente Hernández fue trasladado de urgencia al Hospital General Salvador Chavarría, donde se confirmó su muerte.
Acto. El cuerpo fue sometido a la necropsia correspondiente, que confirmó que la causa de muerte fue el ahogamiento, ratificando así la naturaleza suicida del acto.
Este no fue el primer intento de suicidio de Puente Hernández; fuentes cercanas al caso indican que ya había mostrado conductas suicidas anteriormente, lo que pone de relieve la deficiente atención a la salud mental en el sistema carcelario.
Este suicidio añade a una preocupante cifra de 20 suicidios registrados en lo que va del año 2024, reflejando un panorama desolador respecto a la salud mental en México, especialmente en entornos de alta presión. Es imperativo que se implementen medidas efectivas para abordar esta crisis.