Biólogo asegura que, aunque se recupera el turismo cinegético, ya no son las grandes cantidades de hace años.
El biólogo Juan Carlos Habitud, quien por años se encargó de los estudios de población de ranchos cinegéticos del Norte de Coahuila, aseguró que pese a la prolongada sequía y al turismo cinegético controlado, las poblaciones de especies se encuentran bien.
A propósito del arranque de temporada cinegética 2024-2025, precisó que la sequía se ha extendido por varios años y en el campo se siente más la ausencia de lluvias.
Cantidades. Sin embargo, las poblaciones de venados, guajolote, palomas, coyotes, jabalíes y otros más siguen creciendo en grandes cantidades. "Ahora se pueden ver venados o coyotes e incluso osos cerca de las zonas rurales como ejidos, y generalmente se acercan por agua o comida". La seca en el campo perjudica a los arbustos, raíces y demás hierbas con nutrientes para las especies. Y en ese sentido, al faltar esos nutrientes, las cornamentas tienden a no desarrollarse bien o en plenitud. Aunque algunos rancheros aconsejados por guías cinegéticos dan alimento con muchos nutrientes a las especies, principalmente el venado.
Ingresos. El biólogo dijo también que a raíz de la inseguridad hace décadas, el turismo cinegético se fue alejando de México.
Ciertamente, se están recuperando, pero ya no son los ingresos de cazadores que se tuvieron en aquella década. Ahora mismo se está en veda porque los propios rancheros cuidan las poblaciones de animales y contratan a biólogos para que hagan un conteo del número de venados o guajolotes, por ejemplo". De acuerdo al Sistema Integral de Información Ambiental, en Coahuila se tienen registradas 16 especies que pueden ser aprovechadas de forma cinegética y van desde paloma, huilota, de ala blanca, codorniz escamosa y común, además de conejo libre y guajolote. Sin olvidar el venado cola blanca texano, el venado bura y el venado miquihuanense.
Subespecies. En las Unidades de Manejo para la Conservación de la Vida Silvestre, UMAS de Coahuila, se reportan tres subespecies del venado cola blanca texano que son "oro molido" para el turismo.
Está el venado cola blanca y dos subespecies, que se encuentran entre los arbustos y matorrales; el caminís que sube a las montañas; el mikihuanense que habita entre el valle y las montañas a orillas del río Bravo; y el venado bura que se encuentra en el desierto. El bura es una de las subespecies más grandes y con cornamenta mayor, pero también se esconde mucho y solo sale a comer, y entonces cazarlo se convierte en una odisea.