En la previa de la final de los 200 metros lisos de los Juegos Olímpicos de París 2024, Noah Lyles llamó la atención al usar una mascarilla mientras esperaba para entrar a la pista.
El estadounidense, campeón olímpico de los 100 metros y favorito para la prueba de ese jueves, generó preocupación, y pronto se confirmó que algo no estaba bien. Lyles, tricampeón mundial en los 200 metros, terminó en tercer lugar con un tiempo de 19.70, muy por debajo de su mejor marca (19.31) y del ganador, el botsuano Letsile Tebogo, que se llevó el oro con un récord africano de 19.46. Incluso, Lyles no fue el estadounidense más rápido, ya que Kenneth Bednarek obtuvo la plata con un tiempo de 19.62, y al finalizar la carrera, Lyles necesitó atención médica.
El atleta de Florida, tras ganar el bronce y obtener su segunda medalla en estos Juegos, permaneció casi un minuto arrodillado en el suelo, completamente exhausto y con dificultades para moverse. Lyles informó que tenía problemas para respirar y fue atendido por un equipo médico que lo ayudó a sentarse en una silla de ruedas, mostrando signos de extrema fatiga y llevándose las manos a la cara. Las sospechas sobre su estado de salud se confirmaron poco después, cuando la US Track and Field (federación de atletismo de Estados Unidos) reveló que Lyles había dado positivo por COVID.
Lewis Johnson, de NBC, informó que Noah había dado positivo dos días antes, pero decidió competir de todas formas. En París, el seis veces campeón mundial tenía la meta de ganar cuatro oros (200, 4x100 y 4x400, además del 100 que ya obtuvo), aunque este contratiempo podría alterar su calendario. A pesar de no estar en su mejor forma, Lyles, el gran favorito para el oro en la noche de ese jueves en el Stade de France, logró obtener un bronce muy valioso.
Sigue el canal de Diario AS en WhatsApp para estar al tanto de todo el deporte en un solo lugar: las noticias del día, la agenda con la última hora de los eventos deportivos más importantes, imágenes destacadas, opiniones de expertos, reportajes, videos, y un toque de humor ocasional.