En la juventud, la elección de una bebida deportiva podía basarse en el sabor. Sin embargo, con el paso del tiempo y la necesidad de controlar la ingesta calórica y el gasto, surge una pregunta crucial: ¿cuándo es realmente necesario optar por una bebida deportiva en lugar de agua?
"El propósito principal de una bebida deportiva es mejorar tu rendimiento físico, beneficiando tu hidratación y niveles de energía durante el ejercicio", explica Emma Willingham, nutrióloga clínica del Hospital Houston Methodist.
Sin embargo, no todos los entrenamientos requieren una bebida deportiva, y las personas que deben controlar su consumo de azúcar, como aquellos con prediabetes o diabetes, deben ser cautelosas con estas bebidas.
Funcionamiento de las bebidas deportivas
El agua es el ingrediente principal en las bebidas deportivas, pero su valor radica en la inclusión de electrolitos y carbohidratos, que se vuelven cruciales cuando sudamos mucho o necesitamos reponer rápidamente nuestras reservas de energía. "Hay toda una ciencia detrás de cómo los ingredientes en las bebidas deportivas ayudan a mejorar el rendimiento", señala Willingham.
La importancia de los electrolitos
Cuando sudamos, perdemos agua y electrolitos. Estos son esenciales para mantener un equilibrio hídrico óptimo y facilitar varias funciones corporales, desde la regulación del flujo sanguíneo hasta la prevención de calambres. Los desequilibrios de electrolitos pueden dificultar la hidratación adecuada, comprometiendo la capacidad del cuerpo para enfriarse, generar energía y lubricar las articulaciones.
Reponer los electrolitos perdidos con una bebida deportiva puede prevenir problemas de rendimiento y retrasar la fatiga, gracias a los carbohidratos simples que proporcionan una fuente rápida de energía.
Cuándo optar por una bebida deportiva en lugar de agua
Hay circunstancias específicas en las que una bebida deportiva es más beneficiosa que el agua. Según Willingham, si haces ejercicio por más de una hora, especialmente al aire libre en un día caluroso y húmedo, es recomendable considerar una bebida deportiva. Además, los atletas de resistencia, como los maratonistas, pueden beneficiarse de estas bebidas para mantener sus niveles de azúcar y energía durante entrenamientos prolongados.
Las bebidas deportivas también son útiles durante enfermedades que provocan pérdida significativa de líquidos, como vómitos o diarrea, ayudando a reponer rápidamente el agua y los electrolitos perdidos.
¿Pueden las bebidas deportivas sustituir al agua?
En resumen, no. "Tomar una bebida deportiva puede ser beneficioso en las situaciones mencionadas, pero no significa que la mayor parte de tu hidratación deba incluir azúcar y electrolitos agregados", enfatiza Willingham. Para ejercicios de menos de una hora, es mejor optar por agua y consumirla a sorbos cuando sientas sed. Las bebidas deportivas están diseñadas para mejorar el rendimiento físico durante el ejercicio, no para sustituir el agua diaria necesaria para mantener una buena salud general.
Para quienes necesitan evitar picos de azúcar en la sangre, existen bebidas deportivas sin calorías y bajas en azúcar que pueden rehidratar y reponer electrolitos sin las calorías adicionales del azúcar. Esto es particularmente importante para personas con prediabetes o diabetes. Además, los carbohidratos de digestión rápida en las bebidas deportivas pueden ser beneficiosos para tratar niveles bajos de azúcar en sangre.
La dieta diaria puede ayudar a gestionar los electrolitos. Si sabes que vas a sudar mucho, considera agregar a tu comida previa al entrenamiento alimentos ligeramente salados, ricos en potasio, magnesio y calcio, como nueces, plátanos, verduras de hoja verde oscura, semillas, leche y yogurt.