Los hospitales podrían estar diagnosticando erróneamente la neumonía con frecuencia, lo que resulta en tratamientos incorrectos para los pacientes y posibles complicaciones graves, según un estudio reciente.
Los investigadores encontraron que en más de la mitad de los casos, el diagnóstico de neumonía cambia después de la admisión del paciente al hospital.
Los resultados indican que un paciente inicialmente diagnosticado con neumonía puede estar sufriendo de otra enfermedad, o el diagnóstico de neumonía puede haberse pasado por alto al ingresar al hospital.
"La neumonía puede parecer un diagnóstico claro, pero en realidad se superpone con otros diagnósticos que pueden imitar sus síntomas", comentó la Dra. Barbara Jones, investigadora principal y médica pulmonar y de cuidados críticos de la Universidad de Utah Health.
El estudio, publicado el 5 de agosto en la revista Annals of Internal Medicine, analizó los registros médicos de más de 100 centros médicos de VA en todo el país. Más del 10% de las hospitalizaciones incluyeron un diagnóstico de neumonía.
La neumonía es una infección en uno o ambos pulmones que causa que los sacos de aire se llenen de líquido o pus, y puede ser provocada por infecciones bacterianas, virales o fúngicas, según el Instituto Nacional de Salud.
Los investigadores encontraron que un tercio de los pacientes que finalmente fueron diagnosticados con neumonía no recibieron este diagnóstico al ingresar al hospital.
Al mismo tiempo, casi el 40% de las personas diagnosticadas inicialmente con neumonía en realidad tenían otra enfermedad, y su diagnóstico se corrigió durante el tratamiento.
Esta incertidumbre era evidente en las notas de los médicos, según los resultados.
Más de la mitad de las veces (58%) las notas sobre los diagnósticos de neumonía en la sala de emergencias expresaron dudas. De manera similar, las notas sobre el diagnóstico en el momento del alta mostraron incertidumbre en aproximadamente la mitad de los casos (48%).
Los pacientes tendían a recibir más tratamientos si inicialmente se les diagnosticaba neumonía, aunque este diagnóstico resultara incorrecto. Sin embargo, en general, estos pacientes no tuvieron peores resultados que otros.
Por otro lado, los pacientes con neumonía que no se detectaron inicialmente tendían a tener peores resultados, incluso si la afección se diagnosticaba más tarde, encontraron los investigadores.
Tanto los médicos como los pacientes deben ser conscientes de que la neumonía es difícil de diagnosticar y deben ser flexibles durante el tratamiento, sugirió Jones.
"Pacientes y médicos deben observar la recuperación y cuestionar el diagnóstico si el tratamiento no mejora su condición", comentó Jones en un comunicado de prensa de la universidad.