El abogado Héctor Garza Martínez destacó que la determinación del Juzgado Segundo en Concurso Mercantil puede darse en cualquier momento, cualquier día, una vez que concluyó el término legal el pasado 4 de agosto, de la conciliación sin haber ninguna empresa en puerta para ofrecer capital a invertir.
Consideró que posiblemente los juzgadores estén preparando la resolución con los fundamentos y motivos, lo que se determina como “engrose” jurídicamente, y no necesariamente estarían condicionados al regreso del período de descanso vacacional del sistema judicial.
De momento, la Jueza Ruth Huerta García, del Juzgado Segundo Federal, no ha emitido ninguna decisión sobre el Concurso Mercantil y quiebra de Altos Hornos de México.
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Con más de 30 años de laborar en las siderúrgicas Uno y Dos, 5 mil 500 obreros sindicalizados de Altos Hornos de México y cerca de 2 mil de confianzas esperan la decisión que definirá el destino de su centro de trabajo, si es la quiebra van a insistir en la aplicación del contrato colectivo o llegar a la mejor negociación de liquidación.
Las mismas familias de los trabajadores se expresan en las redes sociales, sobre la situación de AHMSA y sus trabajadores, “El fin llegó, mi abuelo trabajó toda su vida en AHMSA, así como muchos de nuestros familiares, la afectación será catastrófica, pero este gobierno federal le dio la espalda a los trabajadores y a sus familias, ésa es la realidad; de Ancira ni hablemos, ese simplemente huyó”.
Para los empresarios acreedores comunes ya no hay esperanza de recuperar los millones de pesos entrampados en el Concurso Mercantil de AHMSA, la cual se estima iría a quiebra y subasta, donde el precio no alcanzará a cubrir los adeudos con ellos.
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Eugenio Williamson, expresidente de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC), señaló que la quiebra no es todo lo que afecta a los empresarios acreedores de la acerera al ver perdido su dinero, sino que enfrentan deudas a pagar como las uniones de crédito que han empezado a demandarlos reclamando el pago y con la advertencia de quitarles sus equipos, herramientas, terrenos y demás para cobrarse, lo que los dejará imposibilitados para trabajar y dejar en desempleo a los pocos trabajadores con que cuentan.