La Universidad de California, Riverside está desarrollando una solución innovadora en la lucha contra virus como la influenza y el COVID-19, según una investigación reciente.
La constante batalla contra los virus, con sus mutaciones continuas, puede reducir la efectividad de las vacunas existentes y dejar a la población vulnerable a nuevos brotes. Sin embargo, un estudio de UC Riverside ha revelado un avance potencialmente revolucionario: una vacuna universal que podría ofrecer protección contra todas las cepas de un virus en particular.
Un enfoque innovador basado en ARN
El estudio, publicado en Proceedings of the National Academy of Sciences, presenta una nueva estrategia de vacuna basada en ARN que ha mostrado resultados prometedores en ratones. Esta vacuna, inicialmente diseñada contra el virus de Nodamura, tiene el potencial de adaptarse para proteger contra diversos patógenos, incluyendo la influenza y el COVID-19.
La innovación de esta vacuna radica en el uso de pequeñas moléculas de ARN silenciadoras (siRNA) que interfieren con la replicación viral. Los investigadores han aprovechado este mecanismo para inducir una respuesta inmunitaria efectiva.
Mecanismo de la vacuna universal
Los virus producen proteínas para evitar la respuesta inmunológica del huésped, bloqueando el ARN interferente (ARNi). La nueva vacuna de UC Riverside utiliza un virus mutante debilitado que no puede producir estas proteínas bloqueadoras. Al infectar al huésped, el virus mutante estimula una respuesta inmune natural, utilizando el ARNi para eliminar el virus.
En pruebas con ratones mutantes, que carecían de células T y B, una sola dosis de la vacuna protegió contra una dosis letal del virus de Nodamura durante al menos 90 días. Esto sugiere que la vacuna podría ser efectiva incluso sin una respuesta inmune adaptativa robusta, lo cual es particularmente relevante para poblaciones vulnerables.
Potencial para proteger a poblaciones vulnerables
Uno de los aspectos más prometedores de esta vacuna es su capacidad para proteger a bebés y personas inmunodeprimidas, quienes suelen ser más susceptibles a complicaciones por enfermedades virales. Una vacuna que no dependa de una fuerte respuesta inmune adaptativa podría representar un avance significativo.
El equipo de investigación, dirigido por los virólogos Rong Hai y Shouwei Ding, está trabajando en adaptar esta estrategia de vacuna para combatir la influenza y el COVID-19, y explorando su aplicabilidad para otros patógenos como el dengue y el SARS.
Implicaciones futuras
El desarrollo de una vacuna universal sería un gran avance en la medicina preventiva. Aunque los resultados en ratones son prometedores, los ensayos clínicos en humanos serán esenciales para evaluar la seguridad y eficacia de esta vacuna a mayor escala. De tener éxito, podría convertirse en una herramienta clave para la salud pública, ofreciendo protección contra una amplia variedad de virus y sus cepas.