La ucraniana Yaroslava Mahuchikh, campeona del mundo de salto de altura, agrandó este domingo su leyenda y se colgó el oro en la final olímpica en París, la misma ciudad dónde hace un mes batió el récord del mundo con 2,10 metros. Sin eembargo,fue Nicola Olyslagers, subcampeona, quien acaparó todas las miradas con su inseparable cuaderno.
La atleta australiana Nicola Olyslagers se olvida de los focos, del público y de las cámaras al saltar a la pista. Aparece en todas sus competiciones acompañada de un bloc de notas, que no solo le vale para acordarse de sus puntos débiles, también para mandarse un mensaje positivo hacia ella misma y empoderarse para ofrecer su mejor versión.
"Esto se volvió viral y no entendí muy bien por qué. Es mi diario de entrenamiento deportivo y creo que es como el curso básico de atletismo", confesó ante los medios australianos. Además de anotar todos sus entrenamientos al detalle, también escribe aquello que le hizo sentir bien, lo que ha aprendido y lo que quiere mejorar. Este cuaderno ha conquistado a los 'fans' de París y se ha convertido en su mejor amuleto.
"Este libro me llenó de inspiración y de lecciones que aprendí. Casi podría escribirme una carta a mí mismo en el futuro para decirme: 'Oye, estás en los Juegos Olímpicos'", añadió. Ahora, sus seguidores buscan este entrañable bloc de notas que se ha convertido en una seña de identidad de la atleta.
"Los 2,04 m fallados.. me di un 10/10 por ese salto y la ejecución", dijo Olyslagers a los medios en los Juegos Olímpicos de Tokio. "Sentí que había espacio en el aire, pero la falta de experiencia con el cronometraje hizo que hoy no sucediera".