De acuerdo Con información oficial del Juzgado Segundo de Distrito en Materia de Concurso Mercantil, gozarán de vacaciones hasta la primera quincena de este mes.
Los trabajadores de Altos Hornos de México, S.A. (AHMSA) podrían obtener un respiro adicional, pues es posible que la quiebra definitiva de la empresa se retrase dos semanas. La fecha programada para la declaratoria es el 4 de agosto; sin embargo, el personal del juzgado está actualmente de vacaciones.
De acuerdo con información oficial, el Juzgado Segundo de Distrito en Materia de Concursos Mercantiles de la Ciudad de México gozará de un periodo vacacional que abarcará la primera quincena del presente mes.
Aunque está prevista la entrada en funciones de personal de guardia los días del 1 al 15 de agosto, no se descarta que, por lo delicado del caso, la culminación del proceso se retrase dos semanas más.
Hasta ahora, Ruth Haggi Huerta García, titular de dicho juzgado, mantiene bajo reserva la fecha de la resolución correspondiente.
Se espera que el conciliador, Víctor Manuel Aguilera dé a conocer oficialmente la postergación o no de la declaratoria, luego de lo cual ya no habría más prórrogas.
Tanto el alcalde de Monclova, Mario Dávila Delgado, como los abogados litigantes Fernando Rodríguez González y Esteban Castellanos Volado, dan prácticamente por un hecho la quiebra definitiva de la empresa.
Lo anterior, a menos de que los más de 12 mil operarios y empleados de confianza afectados con la paralización, representados en parte por Julián Torres Navarro, se organicen para hacer presión en defensa de su causa.
En el conflicto están en juego más de 40 mil millones de pesos que AHMSA les adeuda por concepto de finiquitos y salarios caídos.
De acuerdo con la legislación en la materia, en caso de una quiebra, los afectados solamente recibirían el 50% de sus pagos por terminación, o menos.
A diferencia de ello, quedarían cancelados adeudos de la firma acerera con el SAT, IMSS, Infonavit y Petróleos Mexicanos, entre otras instituciones públicas y privadas.
Se especula que los 300 millones de dólares en que PILSA ha valuado la planta siderúrgica puedan servir de garantía para satisfacer, con su venta, las expectativas del personal. A la fecha, ningún eventual comprador ha confirmado su interés en adquirir la empresa, en tanto, permanece vigente la promesa del presidente Andrés Manuel López Obrador de salir al rescate de las instalaciones.