Los hijos dejan de visitar a sus padres y ante la falta de compañía, solo les queda convivir con sus mascotas.
“Los perros son el mejor amigo del hombre, más cuando los hijos abandonan a los padres”, mencionó el médico veterinario Alfonso Martínez Guerra, médico veterinario zootecnista. El profesional dejó en claro cómo los abuelitos viven solos o aislados de la familia y ante la carencia de compañía, se refugian en el amor perruno, canes que se vuelven su motor de vida y los ayudan a enfrentar la soledad ante el abandono de sus hijos.
Adultos mayores de 75 a 80 años llegan al consultorio de Alfonso para atender a sus mascotas enfermas, los abuelitos muestran una angustia inevitable por sus mascotas asegurando que son sus motivos de vivir y sobre todo el ser vivo que los acompaña.
Necesidad. De manera personal, el médico veterinario ha sido testigo del gran apego emocional que los abuelitos tienen con sus perros o gatos y la manera en la que se han refugiado en la compañía de sus canes ante el abandono de sus hijos.
Refugio. Cuando los animales se enferman y los llevan al veterinario sin tener mejoría, los abuelos se preocupan y desesperan demasiado, ya que además de ser sus fieles amigos, son protectores y los hacen sentir seguros en sus hogares.
“Los animales acompañan al ser humano y además los cuidan porque dan protección, eso los hace muy felices porque cuando la familia no los ve muy seguido, sus perros son los que les dan ese cariño que ellos necesitan”, reveló.
Según Martínez Guerra, esta es una situación común que, se vive desde siempre donde los abuelos alejados y carentes de atención se refugian con mascotas, y ante la falta de la presencia de los hijos son lo amoroso y leales amigos perrunos quienes hacen sus días felices y además los mantienen activos.