Un nuevo estudio presentado en la Conferencia Internacional de la Asociación de Alzheimer en Filadelfia ha revelado una preocupante conexión entre el consumo de carne roja procesada y el riesgo de demencia.
Este estudio, que aún no ha sido revisado por pares, abarca cuatro décadas de datos e involucra a más de 130,000 adultos, convirtiéndolo en uno de los análisis más exhaustivos sobre la relación entre la dieta y la función cognitiva.
Los resultados indican que las personas que consumen al menos dos raciones semanales de carne roja procesada, como tocino, mortadela o salchichas, tienen un 14% más de riesgo de desarrollar demencia en comparación con aquellas que consumen menos de tres raciones al mes. Además, cada ración diaria adicional de carne roja procesada está asociada con un envejecimiento cognitivo de 1.6 años, afectando especialmente la capacidad lingüística y las funciones ejecutivas, que son habilidades mentales que controlan el comportamiento.
La Dra. María Carrillo, directora científica de la Asociación de Alzheimer, destacó la importancia del estudio debido a su extenso periodo de seguimiento. "Es uno de los estudios más robustos que he visto sobre el vínculo entre el consumo de carne procesada y la demencia", señaló.
A pesar de los hallazgos preocupantes, el estudio también ofrece una esperanza. Sustituir una ración diaria de carne roja procesada por una de frutos secos o legumbres puede reducir el riesgo de deterioro cognitivo en un 20%. Esto refuerza la creciente evidencia de que una dieta rica en vegetales y baja en grasas y azúcares beneficia la salud cerebral.
La Dra. Heather Snyder, vicepresidenta de relaciones médicas y científicas de la Asociación de Alzheimer, destacó que estos resultados son consistentes con la evidencia científica general que apoya dietas más saludables para mejorar la función cognitiva.