Para la DEA, el Cártel de Sinaloa se convirtió en una organización flexible tras el arresto y condena de 'El Chapo' Guzmán Loera.
La detención del capo Ismael "El Mayo" Zambada y de Joaquín Guzmán López, hijo de Joaquín "El Chapo" Guzmán Loera, provocará un inminente reordenamiento del Cártel de Sinaloa (CDS) y sus diferentes facciones.
La organización delictiva, fundada por "El Mayo" y "El Chapo" en los años 80, no tiene un líder único y se divide actualmente en cuatro facciones, enfrentadas entre sí, a pesar de los intentos del primero por mantenerlo cohesionado tras la captura y extradición de Guzmán Loera a Estados Unidos.
De acuerdo con distintos reportes, el Cártel se divide actualmente en cuatro facciones: "Los Chapitos", que son los hijos de "El Chapo"; el grupo de "El Mayo" Zambada; el bando de Aureliano "El Guano" Guzmán Loera, hermano de "El Chapo", y el de Rafael Caro Quintero.
Para la DEA, el Cártel de Sinaloa se convirtió en una organización flexible tras el arresto y condena de "El Chapo" Guzmán Loera, que se mantiene entrelazada por asociaciones, relaciones familiares y amistades.
"Desde el arresto y condena de Joaquín 'El Chapo' Guzmán Loera, el Cártel de Sinaloa ha operado como una (organización) flexible de narcotraficantes entrelazados a través de asociaciones comerciales, matrimonios y amistades de larga data", señala la DEA en su último informe anual.
"Los líderes actuales del Cártel de Sinaloa incluyen a Ismael 'El Mayo' Zambada García; Aurelio 'El Guano' Guzmán Loera, hermano de 'El Chapo'; Rafael Caro Quintero y los cuatro hijos de 'El Chapo', conocidos colectivamente como 'Los Chapitos'".
Para la dependencia estadounidense, el CDS y el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) no sólo son las principales organizaciones criminales en México, sino que tienen presencia en todo Estados Unidos y han ocasionado la peor crisis de drogas en la historia de ese país.
"Ellos dictan el flujo de casi todas las drogas ilícitas hacia Estados Unidos y su dominio sobre el comercio de drogas sintéticas en particular es evidente en el incesante flujo de fentanilo y metanfetamina ilícitos que cruzan la frontera", se lee en el informe.
Pugnas internas
El Cártel de Sinaloa no tiene un solo líder. A la fecha, el paraguas de esta organización trasnacional cubre cuatro facciones criminales separadas, pero que mantienen disputas internas y que cooperan entre sí para mantener sus operaciones.
En teoría, señala la DEA, esta estructura fraccionada otorga a los jefes de los cuatro grupos la capacidad de compartir rutas de contrabando, contactos corruptos, acceso a proveedores de sustancias químicas ilícitas y redes de lavado de dinero, aunque no comparten ganancias.