La salud mental, la victoria más difícil de Simone Biles

"No soy el próximo Usain Bolt o Michael Phelps, soy la primera Simone Biles", sentencia la frase que se puede leer en el perfil oficial de esta atleta de los Juegos Olímpicos de París 2024. De este modo, la gimnasta artística estadounidense muestra con firmeza y determinación la lucha que ha ocurrido en su mente y que ha resultado en una de sus victorias más difíciles.

Qué son los “Twisties” en gimnasia artística

“De pronto pierdes el ritmo, y sientes como tu cerebro tartamudea durante medio segundo. Ese pequeñísimo tiempo es suficiente para desbaratar todo el ejercicio”, explicaba Laurie Hernández, excompañera de Simone Biles, en una entrevista oficial en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020. Según sus propias palabras, en esos momentos “no tienes ningún control sobre tu cuerpo ni de lo que hace. Además, cuanto más trates de mentalizarte, peor será”.

Hernández se refería a los “twisties”, que no ocurren únicamente en la gimnasia artística, si no que se dan en cualquier otra disciplina deportiva, e incluso en situaciones cotidianas. Un twistie podría compararse con el hecho de quedarse en blanco al tratar de dar una charla ante público. En esos casos, la presión psicológica puede sobreestimular la producción de corticosterona, una hormona que afecta a regiones cerebrales como el hipocampo, la amígdala o el lóbulo frontal

Durante el momento que dura la tensión, la capacidad de retener nueva información, de recordar, o de controlar las emociones disminuye considerablemente, dando lugar a una situación muy desagradable para la persona que la sufre.

En los exámenes del colegio o la universidad, por ejemplo, sufrir lo que se conoce habitualmente como “un blancazo” puede desembocar en un suspenso aunque conozcas las respuestas. Los síntomas del blancazo pueden desaparecer rápidamente aplicando técnicas de relajación, como respirar profundamente, o tratar de fijar la atención en cualquier otro pensamiento. Una vez disminuye la tensión, a los pocos segundos el cuerpo vuelve a funcionar con normalidad.

En los campeonatos, especialmente en los que son tan exigentes como los Olímpicos, los atletas sostienen en el tiempo dicha situación de estrés y, por ello, la mente les puede jugar una mala pasada. En estos casos, la presión por ser los mejores y tener, en muchas ocasiones, un único intento, les puede hacer fallar un ejercicio que han repetido miles de veces. Este pequeño fallo puede hacer mella en la confianza del atleta y llegar a hacerle dudar de su valía, lo que aumenta la tensión y puede desembocar en los temidos twisties.

Qué pasó exactamente

Durante el transcurso de los JJOO de Tokio 2020, Simone Biles anunciaba su retirada de la competición por problemas de salud mental a falta de una final por equipos y cuatro finales individuales. Esta decisión recibió críticas muy duras, especialmente en las redes sociales, donde miles de autoproclamados expertos menospreciaron la valía de la gimnasta por no poder sobreponerse a la situación. Simone, firme, priorizó la salud mental por delante de su vida deportiva, una acción que, dejando al lado aquellas críticas, fue aplaudida por millones de deportistas y fans de todo el mundo.

La multimedallista olímpica regresó a la competición dos años después, en el Mundial de Gimnasia Artística de 2023 celebrado en Amberes, Bélgica. Biles, recuperada, se alzó con cuatro oros y una plata, demostrando que estaba plenamente en forma.

En París 2024, Simone Biles, además de ser la clara favorita en varias disciplinas de gimnasia artística, también es la abanderada de la salud mental. Su historia, inspiradora para muchos otros deportistas, muestra que para ser la mejor, también has de saber cuándo parar. De haber seguido compitiendo en Tokio 2020 sin la fortaleza mental de saber que un ejercicio va a salir bien, las probabilidades de lesión aumentan radicalmente.

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