El ineludible incremento de la población mundial obliga a explorar nuevas formas de producir alimentos de manera más sostenible.
El consumo de insectos, o entomofagia, es una alternativa viable para satisfacer esta demanda. Además, su producción tiene un bajo impacto ambiental en comparación con la ganadería tradicional.
1. Son nutritivos. Los insectos son ricos en proteínas, aminoácidos esenciales, grasas saludables y fibra, así como zinc, calcio y hierro.
2. Las grasas presentes en los insectos, son principalmente ácidos grasos poliinsaturados, los cuales se han relacionado con beneficios para la salud cardiovascular.
3. El consumo de proteína de insectos aumenta los niveles de aminoácidos en sangre de manera similar a la proteína de leche, soya y carne de res.
4. Se ha demostrado que un polisacárido que se encuentra en el exoesqueleto de los insectos, fortalece el sistema inmune.
5. Algunos estudios sugieren que la quitina, la fibra insoluble presente en los insectos, podría ser beneficiosa para la salud intestinal.
6. Cuentan con propiedades antiinflamatorias. Investigaciones han mostrado niveles más bajos de marcadores inflamatorios después del consumo de proteína de insecto.
7. Una revisión sistemática publicada en “Nutrients” en 2023 sugieren que la proteína de insectos puede brindar la misma saciedad que otras proteínas de origen animal.
8. Los productos a base de insectos pueden ser una fuente importante de hierro para combatir la deficiencia de este nutriente, sobre todo en población infantil.
9. Son muy versátiles. Se pueden consumir enteros, molidos o en forma de harina. Se utilizan en una variedad de productos alimenticios, como barras de energía, pastas, galletas y salsas.
10. Amistosos con el medio ambiente. Su cría presenta numerosas ventajas medioambientales.
11. El consumo de insectos como alimento podría ser una herramienta poderosa para combatir el hambre y la inseguridad alimentaria a nivel mundial.
12. La cría de insectos es sencilla y puede generar oportunidades económicas significativas.
Sabías que…
● Se consumen más de 1,900 especies de insectos comestibles en todo el mundo.
● Las personas alérgicas a los crustáceos y ácaros del polvo doméstico tienen mayor riesgo de desarrollar alergias a los insectos debido a la presencia de proteínas alergénicas comunes.
● En las sociedades occidentales, los insectos comestibles tienen un mayor potencial como alimento para animales que para humanos debido a prejuicios culturales.
● La escasez de proteínas se intensificará en las próximas décadas, ya que la población mundial alcanzará los 10 mil millones de personas para el 2050.
● El aporte nutricional de los insectos depende de la etapa del insecto cosechado, su dieta y las condiciones de crianza y procesamiento.
Sin embargo, se necesitan más estudios a largo plazo para tener una mejor comprensión sobre los efectos del consumo de insectos en la salud humana.