Un estudio reciente publicado en 'JAMA Network Open' sugiere que la dieta de las madres durante el embarazo puede tener un impacto significativo en el riesgo de que sus hijos desarrollen autismo. Este hallazgo abre nuevas posibilidades para la prevención del autismo, una condición que afecta la comunicación y las habilidades sociales de quienes la padecen.
Los investigadores analizaron datos de dos extensas bases de datos médicas que incluyen miles de madres e hijos en Noruega e Inglaterra.
Los resultados indicaron que las mujeres que mantenían una dieta saludable durante el embarazo tenían un 22% menos de probabilidad de tener un hijo con autismo en comparación con aquellas que no seguían una alimentación equilibrada.
El estudio define una dieta saludable como una que incluye regularmente verduras, frutas, frutos secos, pescado y cereales integrales, y excluye alimentos ricos en grasas, carnes procesadas, refrescos y carbohidratos refinados. Estos hábitos no solo benefician el bienestar general de la madre, sino que también pueden ofrecer protección en el desarrollo neurológico del feto.
Además de reducir el riesgo de autismo, los niños nacidos de madres con una dieta saludable presentaban un 24% menos de probabilidad de desarrollar problemas sociales o de comunicación, independientemente del autismo. Esto sugiere que la nutrición prenatal juega un papel crucial en el desarrollo integral del niño.
Una observación interesante del estudio es que la relación entre la dieta prenatal y el autismo fue más pronunciada en los casos de madres e hijas que en los de madres e hijos. Este hallazgo sugiere que podrían existir factores genéticos o epigenéticos que afectan de manera diferente a los fetos masculinos y femeninos en respuesta a la nutrición prenatal.
Aunque el estudio no explica de manera definitiva por qué una dieta saludable durante el embarazo podría reducir el riesgo de autismo, los investigadores especulan que puede estar relacionado con cómo los alimentos influyen en el ADN o el sistema inmunológico. Estos efectos epigenéticos podrían afectar la expresión de genes importantes para el desarrollo neurológico.