Las personas con diabetes tipo 1 tienen un 25% menos de probabilidades de morir prematuramente ahora en comparación con 1990, según un nuevo análisis global. Además, el número de personas que han alcanzado la tercera edad con esta enfermedad autoinmune sigue en aumento.
Estos nuevos hallazgos indican que la diabetes tipo 1 "ya no es un factor que reduce la esperanza de vida gracias a las mejoras en la atención médica durante las últimas tres décadas", según un equipo liderado por Yongze Li, del Primer Hospital de la Universidad Médica de China en Shenyang.
La diabetes tipo 1 ocurre cuando el sistema inmunitario del cuerpo ataca por error las células beta productoras de insulina del páncreas. Las personas con esta enfermedad deben administrarse insulina diariamente para mantenerse saludables. Aproximadamente el 5% de todos los casos de diabetes son de tipo 1.
Si no se controla adecuadamente, la enfermedad puede afectar gravemente la salud, y en décadas pasadas, las personas con diabetes tipo 1 tendían a tener una esperanza de vida más corta.
El equipo chino analizó datos del Estudio sobre la Carga Global de Enfermedad y los Factores de Riesgo de 2019 para evaluar si la situación había mejorado para los pacientes.
En 1990, se estimaba que 1.3 millones de personas en todo el mundo habían alcanzado los 65 años o más viviendo con diabetes tipo 1, pero para 2019, esta cifra había aumentado a más de 3.7 millones.
Simultáneamente, las tasas de mortalidad se redujeron en un 25%, pasando de 4.7 por 100,000 habitantes en 1990 a 3.5 en 2019.
Estas estadísticas se lograron incluso cuando la prevalencia de la diabetes tipo 1 aumentó, según el estudio, que fue publicado en la edición del 12 de junio de la revista BMJ.
"A nivel mundial, la prevalencia de la diabetes tipo 1 al menos se triplicó en todos los grupos de edad de 65 a 94 años, especialmente entre los hombres, mientras que las tasas de mortalidad disminuyeron en todos los grupos de edad, especialmente entre las mujeres y los menores de 79 años", según un comunicado de prensa de la revista.
Sin embargo, los avances no se observaron en todas partes. Por ejemplo, el estudio encontró que las tasas de mortalidad "disminuyeron 13 veces más rápido en los países con un índice sociodemográfico alto", en comparación con los países más pobres, donde la disminución de las muertes prematuras de personas con diabetes tipo 1 fue mucho menor.
Mantener el azúcar en la sangre bajo control es crucial para mejorar los resultados. Por ejemplo, una persona con niveles altos de azúcar en la sangre tenía un mayor riesgo de síntomas incapacitantes.
Aun así, las noticias fueron en su mayoría positivas, según el equipo chino, pero las personas mayores con diabetes podrían necesitar una mejor atención.
"Nuestro estudio también aboga por una atención urgente a las estrategias de afrontamiento para las poblaciones que envejecen y las personas mayores con diabetes tipo 1, la asignación racional de los recursos sanitarios y la provisión de directrices específicas", concluyeron.