La Sociedad Española de Trombosis y Hemostasia (SETH) ha emitido una alerta sobre el riesgo de padecer "trombosis del viajero" durante trayectos que superen las cuatro horas. Este problema surge debido a la falta de movimiento, lo que puede ralentizar el flujo sanguíneo y aumentar la formación de coágulos en las venas de las piernas.
La trombosis del viajero se refiere a la formación de coágulos en las venas de las piernas durante viajes prolongados, especialmente aquellos que duran más de cuatro horas. Estos coágulos pueden desplazarse y causar graves problemas de salud, como embolias pulmonares. Aunque es más común en vuelos, también puede ocurrir en otros medios de transporte como coches y autobuses.
El riesgo de trombosis venosa profunda se incrementa notablemente en viajes largos, especialmente en aquellos que duran más de ocho horas. La trombosis puede manifestarse días e incluso semanas después del viaje, aunque también hay casos en los que aparece de inmediato.
La tromboembolia venosa afecta a una de cada mil personas al año, pero esta cifra es más alta entre quienes regularmente realizan viajes largos, especialmente si tienen factores de riesgo como:
- Edad avanzada
- Antecedentes de trombosis
- Cirugías recientes
- Embarazo
- Uso de anticonceptivos orales
- Obesidad
- Cáncer
- Predisposición genética
Prevención: Consejos de la SETH
Recomendaciones para reducir el riesgo de trombosis del viajero, emitidas por la SETH:
- Evitar ropa ajustada: La ropa holgada facilita la circulación sanguínea.
- Mantenerse hidratado: Beber suficiente agua es crucial para evitar la deshidratación, que puede aumentar el riesgo de coágulos.
- Ejercicios regulares: Realizar ejercicios simples durante el trayecto, como contraer y extender las piernas, girar los tobillos y levantar las rodillas.
- Consultar a un médico: Si se tiene riesgo de trombosis, puede ser útil consultar sobre la posibilidad de tomar medicamentos anticoagulantes.
- Evitar el alcohol y la cafeína: Estas sustancias contribuyen a la deshidratación, aumentando el riesgo de coágulos.