Osmar Olvera es una de las grandes esperanzas de la delegación mexicana en París 2024; el clavadista asume el reto de ganar una medalla
El miedo es una palabra que no aparece en el vocabulario deportivo de Osmar Olvera, por el contrario, asume con valentía ser considerado una de las cartas fuertes de México para obtener una presea en los Juegos Olímpicos París 2024.“Obviamente es el sueño; no sólo yo, todos los atletas soñamos con esa medalla olímpica y es el objetivo”, aseguró.
Olvera Ibarra, en su segunda experiencia olímpica, competirá en la prueba de trampolín 3 metros individual y 3 metros sincronizados (junto a Juan Celaya), y al estudiar a los rivales que enfrentará concluyó que sus ejecuciones deben ser lo más perfectas posibles para instalarse en el podio: “Haciendo más de 500 puntos vamos a estar en la pelea de las medallas. Para ganarle a los chinos hay que sumar de 530 y 550, hemos estado trabajando para llegar a esas calificaciones”, explicó.
Esa cantidad de unidades ya la superó, en la Copa del Mundo de Canadá (512.75) y en el Mundial de Fukuoka (507.50); en ambas ganó la presea de plata en individual, resultados que ya lo pone como un “rival a vencer”. “Me emociona saber que ya no sólo los chinos son potencia, que ya entro en la categoría de que los demás digan: ‘también está Osmar’. Todos saben que estoy ahí, hasta los chinos...”, mencionó.
Para París 2024 Olvera lleva un as bajo la manga, su entrenadora Ma Jin, quien no pudo acompañarlo en los certámenes internacionales por la problemática de los deportes acuáticos en México. “Ella impone. En el mundo de clavados todos saben quién es Ma Jin, una de las mejores del mundo y que esté ahí diciéndome exactamente lo que tengo que hacer, va a ser un cambio totalmente para bien”, sentenció Osmar.