'Desde mi niñez, supe que mi vocación era la medicina'
El área de epidemiología ha cobrado mayor relevancia en los últimos años debido a la pandemia del COVID, un virus que nos sorprendió de la noche a la mañana sin estar preparados. El especialista en la materia, Iván Alejandro Moscoso, nos platica su experiencia con esta problemática mundial.
¿Cómo se dio cuenta de que la medicina sería parte de su vida cotidiana? "Desde que era niño, sentí que mi vocación era la medicina. Me interesaba ayudar a quienes atravesaban problemas de salud, ya fueran familiares o amigos. Iba y les preguntaba sobre sus síntomas, y comenzaba a formular un diagnóstico. Era algo innato en mí y, afortunadamente, he podido y sigo ejerciendo esta profesión. En mi familia no hay nadie que haya estudiado la carrera; soy el primero. Fue una vocación interior que fui descubriendo y me di cuenta de que era mi verdadera vocación.
A medida que me acercaba a la edad de ingresar a la universidad, me di cuenta de que la medicina era la única carrera que realmente me llamaba la atención.
Decidí dedicarme a ella y no me arrepiento. Soy egresado de la Universidad Autónoma de Nuevo León, una de las instituciones públicas más importantes del país, que me brindó las bases para formarme y ejercer esta profesión, en la cual puedo ayudar a muchas personas, lo que resulta en una gran satisfacción".
¿Dónde ha tenido la oportunidad de desarrollarse profesionalmente? "He tenido la oportunidad de trabajar en diversas partes de México, conociendo varios estados y ayudando en lugares como San Luis Potosí, Campeche, Estado de México y la Ciudad de México. Actualmente, desde hace algunos años, estoy posicionado en Coahuila.
Todo este recorrido me ha ayudado a conocer las culturas y las diversas condiciones socio-culturales de cada entorno, y cómo influyen en la distribución de las enfermedades.
Esto ha sido fundamental en el desarrollo de mi profesión. Además, he trabajado en distintas instituciones públicas como el IMSS, el ISSSTE y la Secretaría de Salud, lo que me ha proporcionado una visión más amplia del ejercicio profesional. Trabajar en campo, educar a la población y observar cómo la comunidad recibe nuestros consejos para proteger su salud son algunas de las satisfacciones que he experimentado a lo largo de estos años. Aunque aún queda mucho trabajo por hacer, estamos sembrando una semilla en la población para que adopten prácticas adecuadas y eviten riesgos en sus viviendas y familias. Este es solo un resumen de nuestro trabajo y las labores de enseñanza que, con el apoyo de mi equipo, estamos llevando a cabo".
¿Cuál ha sido lo más difícil que ha atravesado en estos años de su carrera? "Sin duda alguna, y sin temor a equivocarme, fue la pandemia del COVID.
Un virus del cual desconocíamos todo y con el que tuvimos que enfrentarnos para evitar la pérdida de vidas, lo que desafortunadamente ocurrió. Ver cómo familiares se despedían de sus seres queridos sin información sobre la enfermedad fue una de las experiencias más complejas y tristes. En lo personal, perdí amigos y compañeros que, a pesar de luchar por salvar vidas, perdieron la suya. Fue una de las experiencias más dolorosas que he vivido. En lo personal, me contagié en varias ocasiones, principalmente durante actividades de toma de muestras. Fue al principio, cuando no había mucha información sobre tratamientos y manejo.
Temía por mi salud, pero más por la de mis hijos; en ese entonces tenía un hijo de meses, y eso era lo que más me preocupaba. Afortunadamente, todo salió bien".
¿Qué le parece Piedras Negras tras haber vivido en varios estados? "Soy de Monterrey, Nuevo León, 100% norteño. A pesar de haber vivido en muchos estados del centro y sur, en Piedras Negras nacieron mis hijos. El norte es una región buena para vivir"