Sainz firmó un registro que le sirvió para superar por 276 milésimas a Verstappen y por 298 a Leclerc
El español Carlos Sainz (Ferrari) se apuntó este viernes los primeros entrenamientos libres del Gran Premio de Hungría, en el que tanto él como su compañero, el monegasco Charles Leclerc, exhibieron el buen ritmo de la escudería italiana, pues el madrileño firmó un tiempo casi tres décimas mejor que el líder del Mundial, Max Verstappen (Red Bull), que acabó segundo.
Con una marca de 1:18.713 en su primer intento de simulación de clasificación con la goma blanda, Sainz firmó un registro que le sirvió para superar por 276 milésimas a Verstappen y por 298 a Leclerc; mientras que el mexicano 'Checo' Pérez (Red Bull) terminó décimo primero, a 727 milésimas, y el español Fernando Alonso (Aston Martin) acabó décimo tercero, a casi un segundo.
Sainz fue el más rápido en el primer y el segundo sector y sólo se dejó el tercero en una vuelta prácticamente impoluta que le hace soñar con superar a Leclerc -a cuatro puntos- y alcanzar la tercera plaza del Mundial, mientras Verstappen y el británico Lando Norris (McLaren) -sexto, a 498 milésimas de Sainz- pugnan por la primera posición.
Aston Martin, por su parte, intentó aplicar sus tan ansiadas mejoras desde hace varias semanas, que buscaban mejorar la conducción de un monoplaza inestable por momentos durante el campeonato y que no ha sido lo fiable que sí fue el pasado curso, en el que Alonso sumó ocho podios con la escudería británica.
De hecho, fue el asturiano el encargado de probar esas mejoras, mientras el canadiense Lance Stroll (Aston Martin) conducía el mismo vehículo que condujo en Silverstone, y las mejoras no se notaron en absoluto.
El monoplaza de Alonso contó con un nuevo halo que buscaba controlar el flujo de aire; un nuevo suelo para aumentar la carga y, así, el rendimiento; pequeños bordes del suelo renovados, como también los aletines, mientras que encuanto al difusor, tenía una nueva forma que buscaba contar con una mayor aerodinámica. Por último, el vehículo del español también contaba con un nuevo alerón de viga, que busca mejorar el rendimiento.
Sin embargo, preguntado Alonso por radio por qué le diría a Stroll sobre la estabilidad del monoplaza con esas mejoras, Alonso no dijo nada durante unos segundos para después concluir: "Que buena suerte", por lo que el bicampeón del mundo no pareció estar muy contento con el rendimiento del renovado coche.
De hecho, Stroll acabó noveno, a cinco décimas de Sainz y más de cuatro décimas por delante de un Alonso que se tuvo que conformar con la décimo tercera posición de estos primeros libres, a la espera de que esos nuevos elementos del monoplaza del asturiano terminen de afinar en la segunda sesión de libres de la jornada.