Del fondo de retiro, como el de defunción, el adeudo actual es de más de 100 millones de pesos, heredado de las tres administraciones anteriores, desde su antecesor Carlos Moreira, señala la líder magisterial
Sin preámbulo alguno, Isela Licerio externa sus primeras frases: “Yo quiero comentarle que cuando nosotros llegamos a la Sección encontramos destruida la parte institucional, sobre todo; nuestra institución estaba abatida, en un gran abandono”.
La líder magisterial en entrevista revela que tanto solo del fondo de retiro, como el de defunción, que equivale a 113 mil pesos, el adeudo actual es de más de 100 millones de pesos, heredado de las tres administraciones anteriores, desde su antecesor Carlos Moreira
En su semblante se pudo advertir la indignación que le provocaba recordar el ruinoso estado en que, al momento de su arribo, se encontraba la Sección 38, en diciembre de 2022.
La Sección 38 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) en Coahuila cuenta con cuatro instituciones de seguridad social, mismas que solventan el patrimonio de la institución y, desde luego, la seguridad social de los agremiados.
Estas son: la Dirección de Pensiones (Dipetre), el servicio médico, el fondo de la vivienda (Fovi) y el seguro del maestro.
“Nosotros nada más administramos el seguro del maestro y el Fovi. El Dipetre y el servicio médico lo administra el gobierno del estado”, aclara la docente.
Dicho esto, no deja de lamentar: “Cuando nosotros llegamos aquí, encontramos una situación muy deplorable en las cuatro instituciones”.
“El servicio médico, aparte de no haber estado dando un buen servicio, sino un servicio muy precario, encontramos nuestras instalaciones prácticamente desmanteladas”, explica.
En su recuento de los daños y de cómo se están resarciendo, da a conocer que, a un año y medio de hacerse cargo del sindicato, la clínica que da servicio a 2 mil maestros de la región carbonífera, en Sabinas, lamentablemente sigue igual. ¿Por qué?
“Es de las pocas —refiere— que no hemos podido echar a andar por falta de insumos, por falta de aparatos, por falta de todo. Así como esa, las recibimos todas”.
“Las únicas que están funcionando, después de todo este tiempo, son las de Saltillo, Torreón y Monclova. Piedras Negras ya empezó a trabajar, pero también con el apoyo del sindicato”.
Y, “aunque las administre el gobierno del estado, nosotros estamos apoyando”, asienta, con un tono de satisfacción.
Narra haber recibido el “reclamo” de sus compañeros de que el gobierno debe cumplir con su responsabilidad de rehabilitar dichos centros de atención médica.
Si bien esto es cierto, debe tomarse en cuenta, expuso, que también en lo que toca a los nosocomios “fueron 18 años, tres periodos, de puro saqueo, de muy poca entrada y, así, hasta los negocios van al fracaso, además de unas nóminas superabultadas”.
Dentro de esta tragedia sindical, “lo que más nos ha lastimado —indica— es el caso del servicio médico porque, finalmente, nuestros maestros jubilados, que ya son una gran cantidad, son los que más están ahorita necesitando el servicio y, bueno, ahí vamos, avanzando, en este nuevo gobierno sindical”.
¿Qué hay con relación al manejo de las pensiones? Al respecto, la entrevistada asegura firmemente que esta área “está bien administrada”.
“Pero tenemos ahí la situación de la reforma donde se extendieron los años de servicio a los compañeros para trabajar hasta los 65 años”.
“Eso está muy bien, pero no para el maestro que trabaja, para el maestro que está frente a grupo, para las trabajadoras de apoyo, de inicial, claro que no”, reclama.
Así pues, se espera ahora la reforma anunciada por el presidente Andrés Manuel López Obrador, relativa a las cuentas individuales, así que “nosotros vamos a ver —refiere— qué podemos compaginar para nosotros hacerlo”.
Respecto del seguro del maestro, administrado por la sección sindical, narra: “Cuando llegamos encontramos un déficit de más de mil compañeros a quienes se les debía su fondo de retiro y su fondo de defunción”.
En lo que concierne particularmente al fondo de retiro, se calcula que el déficit es de 77 mil pesos por persona, que en total suman 77 millones de pesos.
En algunos casos se debe, tanto el fondo de retiro como el de defunción, que equivale a 113 mil pesos, de manera que el adeudo actual es de más de 100 millones de pesos, heredado de las tres administraciones anteriores, desde su antecesor Carlos Moreira.
Claro está, dicho pasivo es resultado de “malos manejos”, pues “ahí se tenía una nómina muy abultada y, aparte, se pagaban compensaciones muy altas; teníamos un gran número de personas ´aviadoras´, que nunca en la vida se habían parado ahí”, denunció.
Isela Licerio, añade: “Teníamos también la cuestión de apoyos económicos y salidas de dinero que, por ejemplo, encontramos que en los restaurantes se pagaban notas de 55 mil pesos o 70 mil ¡en un solo día!”.
“Entonces, imagínese —comenta— todo lo que entraba del apoyo que da el trabajador y lo que da el gobierno del estado, inmediatamente se acababa, y no se estaba dando la función que fue para lo que se creó el fondo del seguro del maestro. Entonces fueron mil maestros (los afectados)”.
En el año y medio que lleva la actual administración se ha pagado ya a casi 600 maestros, y aunque se pensaba acortar las distancias, para diciembre próximo se estará terminando de cubrir la deuda, calculó la dirigente.
Pero, lo más importante: ¿con qué se ha venido haciendo?: “con las mismas aportaciones que tenemos, nada más que ahora no hay aquí desvío de recursos, sacamos a todos los aviadores y bajamos los sueldos”, apunta, con un dejo de complacencia.
La estrategia para sacar del hoy a la sección 23 del SNTE es simple, al considerarse, entre otras ventajas, el hecho de tener “un patrimonio muy grande que habrá que conservar y que también ellos nos apoyan porque, por ejemplo, los centros recreativos se rentan y de ahí se va solventando la nómina. Esos también se tienen que ir rehabilitando, ya que los encontramos caídos, en el suelo”.
Uno de los resultados: “una recuperación de los centros de trabajo en el servicio médico casi de un 80 por ciento y, obviamente, se está recabando más dinero, que se va directo a, por ejemplo —recuerda—, mañana hacemos la entrega de pólizas y semi pólizas”. Y, efecto, así fue, según se pudo constatar.
Se tiene el déficit desde 2014, y mañana concluimos con los de 2017, para enseguida comenzar con el pago de 2018. Falta hasta el 2024 “... pero ahí vamos”.
“La gente tiene mucha confianza porque la verdad que los primeros pagos que hicimos fue a personas que pensaban que ya nunca iban a recibir su beneficio, y no es por más aportación, es con nuestro propio recurso, nada más bien administrado, con honestidad y cero excesos”, recalca.
“Sí, nos dicen de repente los compañeros que no saben que nosotros no administramos el servicio médico, ´es que estás haciendo una alberca en el recreativo de Torreón o en el de Acuña, eso mejor inviértelo en el servicio médico´, cuando en realidad a nosotros no nos toca administrarlo”.
“Son reclamos que no proceden, porque el mantener nuestros centros recreativos al cien también nos genera recursos para seguir pagando. Cuanto más ingresemos, más pronto podremos pagar nuestros adeudos”, señala la maestra Licerio Luévano en esta parte de la entrevista.